Rubalcaba no le gusta al PP

28/05/2011 - 00:00 José Luis Gómez

 
El PSOE ha zanjado en poco tiempo una decisión tan importante como la designación de su candidato a la presidencia del Gobierno, sin que saltasen sorpresas, a diferencia de lo sucedido en otros procesos similares en los que el aparato del partido salió derrotado. Esta vez no y tanto Ferraz como sus organizaciones territoriales han ido a por lo seguro: Alfredo Pérez Rubalcaba, el candidato que no le gusta al PP pero que puede ser capaz de recuperar a muchos socialistas que el pasado 22 de mayo abandonaron a Zapatero y al PSOE. Los apoyos de Carme Chacón, su potencial adversaria, eran insuficientes: apenas contaba con otro respaldo que el de Barreda y Griñán, quienes tampoco están para muchas fiestas. Con su retirada, la ministra de Defensa no fracasa y queda ahí pendiente de lo que pueda suceder en el futuro. Por su parte, José Blanco recupera protagonismo en el PSOE, donde mantiene sus aspiraciones de control del aparato. Pero el problema de fondo no es tanto el PSOE, que parece haber superado su riesgo de división, sino si el Gobierno va a ser capaz de aguantar. La economía y la prima de riesgo que paga España en los mercados financieros podrían pesar más que la presión del PP a favor de las elecciones anticipadas. Es decir, ZP lo tiene difícil. La izquierda solo podrá hacer política frente a los mercados cuando se contenga el endeudamiento privado, que es el que realmente lastra todo, aunque algunos se empeñen en atribuir el problema al sector público. Basta un par de datos para justificarlo: empresas y familias deben dos veces el PIB, cuando el sector público no llega ni de lejos a deber una vez el PIB. Lo más probable es que las reformas llevadas a cabo resulten insuficientes, incluso si es cierto que, sin la situación de crisis en el sector de la construcción, España ya estaría creciendo. Porque la construcción está en la raíz del cáncer del paro y ni hay alternativas ni margen para recuperar ese sector locomotora, ni tampoco se conoce qué sector puede ocupar su papel como manantial de empleo. Los problemas, en definitiva, no están en la política, sino en la economía, lo que quiere decir que requieren medidas y tiempo. Quizá más tiempo del que tiene Rubalcaba, por mucho que Zapatero diga que "Alfredo es un esprínter?? que fue capaz de correr 100 metros en 10 segundos, así que también será capaz de ganar las elecciones en 10 meses".

  

  

  

  

  

  

  

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