Salida a la encrucijada del déficit

26/07/2011 - 18:39 Miriam Perez Gordo

Hoy se reúne el Consejo de Política Fiscal y Financiera con un importante reto entre manos: buscar medidas para atajar el déficit y la deuda astronómica de las comunidades autónomas. Entre ellos, el de Castilla-La Mancha, con una deuda heredada de 7.455 millones de euros, un déficit del 4,9% del PIB, el cuadruple del objetivo marcado por el Gobierno para las comunidades autónomas, y 2.606 millones en facturas pendientes de pago. Las comunidades autónomas gobernadas por el PP, entre ellas la de Castilla-La Mancha, han condicionado su compromiso de cumplir con el objetivo de déficit a que el Gobierno cumpla a su vez con los compromisos adquiridos con las autonomías en materia de financiación. El problema es de calado. Salgado exige que no sobrepasen el 1,3% del PIB, a la vez que las regiones no reciben los ingresos comprometidos por el Estado. Ello, sumado a la drástica disminución de los derivados de la actividad económica, y a la dificultad para hallar créditos bancarios, hace inviable cualquier proyecto que suponga desarrollo, más allá del mantenimiento de los servicios básicos y las nóminas de los funcionarios. El diputado del PP, Ramón Aguirre, daba ayer la voz de alerta: se requieren medidas urgentes y excepcionales, tales como anticipar fondos para el reequilibrio; constituir fondos adicionales para rescatar los agujeros preexistentes; estudiar la aplicación del tope de gasto y endeudamento; y valorar la viabilidad de la devolución de algunas competencias. La cuestión última es si el Estado dispone de liquidez suficiente como para abordar sus compromisos financieros; si está cumpliendo con las exigencias de la Unión Europea para reducir su ya abultado déficit. Una pescadilla que se muerde la cola, un circulo vicioso que se rompería por dos lados: la inversión del dinero en la creación de empresas y hallar fórmulas para que vuelva a circular el capital bancario.