Salvador Herráiz

02/02/2014 - 23:00 Pedro Villaverde Embid

La disciplina del karate era totalmente desconocida en los años setenta en Guadalajara en los que no existían gimnasios ni era moda practicar ningún arte marcial. Entonces, unos jóvenes de la ciudad que entrenaban en Madrid se sintieron atraídos por esta práctica deportiva y decidieron traerla a Guadalajara. Entre ellos se encontraban, además de Salva, su hermano Faustino Herráiz Embid y un primo hermano suyo, Gregorio Felipe Fraile, Goyo. Tuvieron el que tal vez fue el primer gimnasio en la capital alcarreña y allí empezaron a descubrir este deporte. También, el tercero de los hermanos, José María. Salvador Herráiz Embid terminó convirtiéndose en toda una referencia en esta disciplina en la que ha llegado a ser séptimo dan. Salva ha haciendo más grande su propia historia- y suma y sigue- a base de ganar campeonatos y trofeos, ofrecer espectaculares exhibiciones, escribir libros y ser merecedor de todo tipo de distinciones y galardones. Su secreto, el de todos los grandes deportistas, muchas horas de entrenamiento, capacidad de sacrificio, una exigente dieta y humildad para entender que siempre queda mucho por aprender. Y para saber, viaja, lee, se documenta y relaciona con otros grandes maestros. Como delegado provincial fue uno de los responsables del exitoso campeonato del mundo celebrado hace muy poco en el Palacio Multiusos de Aguas Vivas. En la actualidad da clases y sigue entrenando en su gimnasio de la ciudad, así como publicando libros. Pero no es solo Salva un virtuoso del karate y un buen escribiente, además domina la fotografía, afición que heredó de su padre Doroteo, al que muchos hijos de Huertapelayo le deben el contar hoy en sus álbumes familiares con fotos de sus bodas y de otros acontecimientos de la vida del pueblo. El arte con la cámara de Salva lo podemos comprobar desde este martes y hasta el 13 de febrero con la exposición que sobre el ‘Japón profundo’, se exhibe en el teatro Buero Vallejo y que recoge instantáneas por él tomadas en sus viajes a este país desde 1987 hasta hoy. Hasta el embajador de Japón en España se ha acercado a verla. Salvador, hijo de María Salomé, la hermana pequeña de Salvador Embid, es mi primo. Su mujer Olga y su hijo Brandon son sus grandes amores.