Santiago

01/08/2022 - 19:23 Jesús de Andrés

Santiago compartió el título de patrón de España con Santa Teresa, hasta que a ésta se le retiró el título en el siglo XVII, al poco de dárselo, ostentándolo desde entonces en solitario.

Curiosa celebración, un año más, de la festividad de Santiago Apóstol. La falta de coordinación o el afán diferenciador, quién sabe ya a estas alturas, ha provocado que sea fiesta en la Comunidad de Madrid pero no en Castilla-La Mancha. Sin embargo, sí se celebró aquí en junio el Corpus Christi mientras que no lo hizo la comunidad vecina. Esto de las fiestas sin más argumento que el capricho de quien manda debería regularse mejor, sin duda. Curiosa celebración, decía, de un santo, Santiago el Mayor, cuya advocación ha ido cambiando con los tiempos. Sus múltiples nombres (Jacobo, Jacques, Jaime, Yago, Tiago…) han extendido su culto por todo el mundo. Representado en sus inicios como peregrino, cuando en el siglo IX se crea el mito del descubrimiento de su tumba, pasaría a ser representado posteriormente como guerrero, el Santiago Matamoros que todavía aparece en buena parte de su simbología.

Santiago compartió el título de patrón de España con Santa Teresa, hasta que a ésta se le retiró el título en el siglo XVII, al poco de dárselo, ostentándolo desde entonces en solitario. Hoy en día, desde la aprobación de la Constitución, dicho título apenas tiene carácter simbólico y religioso, pues no hay patrón ni patrona oficialmente. Pese a esto, cada 25 de julio se celebra su ofrenda en la Catedral de Santiago y a ella acude el Rey cuando es año santo, enviando a un delegado cuando no lo es. Este año tocaba y allí acudieron los Reyes con sus hijas. La anécdota vino a la hora de persignarse: el Rey se confundió, la Reina no movió un dedo, la Princesa de Asturias se lio mientras miraba al resto y la Infanta ídem de lo mismo. Lo normal en cualquier familia española que tuviera que ir a un acto de ese tipo y, más allá de santiguarse, que de eso se acuerda cualquiera, se tuviera que persignar, que requiere más experiencia. No han faltado los ofendiditos, que siempre se presentan a estas cosas, tanto los monárquicos despechados por la falta de tradición católica como los republicanos radicales para quienes, hagan lo que hagan, todo está mal.

De peregrino a guerrero, la festividad no deja de evolucionar. En Guadalajara se celebró el día 25 la procesión que cada año organiza la parroquia de su mismo nombre. La escultura es la típica de un Santiago Matamoros: espada en alto cortando en trocitos a un mahometano que se lamenta bajo el caballo blanco del apóstol. En tiempos de corrección política, que a todos afecta, desde hace años el musulmán queda tapado por las flores que adornan la imagen, aunque alguna mano asoma, pasando de Santiago Matamoros a Santiago Mataflores. Todo un símbolo de los tiempos.