Santo de nuestra madre

07/12/2015 - 23:00 Conchita del Moral

El día 8 de diciembre celebraremos la fiesta de nuestra Madre del cielo la Inmaculada Concepción y patrona de España. Como dice el refrán,” es de bien nacidos ser agradecidos”, por eso ahí va nuestra felicitación. No en vano fueron los españoles los que desde un pueblo de Castilla, Molina de Aragón, viajaron a Roma a pedir al Papa que definiera el dogma de la Inmaculada, aunque desde siempre se creyó así. Pensando en que Jesús en el momento de la crucifixión nos la dejó por madre se nos llena el alma de agradecimiento y teniendo un refugio así nada podemos temer y acudimos a Ella con confianza con la seguridad que siempre nos va a escuchar. Es Madre de Misericordia, Vida y Dulzura, Esperanza nuestra como la piropeamos en la Salve. A lo largo de su vida vamos encontrando cosas corrientes, que no llamarían la atención, pero que demuestran preocupación por los demás, olvido de sí. Recordamos cuando fue con su Hijo invitada a las bodas de Cana, enseguida se dio cuenta que faltaba el vino y pensó en la vergüenza que iban a pasar aquellos novios y le dijo a su Hijo “No tienen vino” y ante la contestación de Jesús les dijo a los criados “Haced lo que El os diga” y vaya vino que les preparó, fue el primer milagro de Jesús, y es que las madres están en todo. Nos la imaginamos como una mujer de pueblo, sencilla, como nuestra madre, pero pendiente de todos los de su alrededor, familia vecinos pronta a echar una mano adelantándose y con qué naturalidad lo hacía. Como cualquier madre, se comería a besos a su hijo, tendría todo a punto cuando llegara su esposo… A las madres les gusta que sus hijos se parezcan a ellas, y sonríen cuando oyen que les dicen como se parece a ti, es calcadico. ¿Nos podría sonreir así a nosotros nuestra Madre la Virgen? Vamos a sorprenderla, sabemos que le gusta mucho el rezo del Rosario, ahí le recordamos el momento más importante de su vida cuando el Angel le anunció que iba a ser la Madre de Dios. Como buenos hijos hemos de tratar de imitar sus virtudes y abandonarnos en sus brazos para que nos ilumine, dirija y nos alcance de su Hijo la gracia de la perseverancia final. Felicidades Madre y felicidades a las Inmaculadas, Conchas y Conchitas que celebren éste día.