Semana Santa capitalina
Historia, vistosidad, arte, variedad de estilos, belleza, solemnidad, implicación de los vecinos, turismo y solemnidad concurren estos días en los desfiles procesionales de Guadalajara.
Por Pedro Villaverde Embid
Más de seiscientos años de antigüedad dan idea del valor y trascendencia de la Semana Santa en nuestra capital, expresión de arte, sentimiento y tradición. Alrededor de siete mil personas integran las cofradías y hermandades y la mitad, más o menos de éstas, salen en procesión por las calles, unos con la sobriedad propia de Castilla, otros con la alegría característica de los andaluces, mostrando una mezcla de estilos que enriquecen los desfiles y que junto a la larga historia hacen que desde 1999 estos días tengan la vitola de Fiesta de Interés Turístico Regional, lo que en la práctica significa atracción de visitas. La apertura de la iglesia de los Remedios, en estos días, es otro aliciente más para venir a Guadalajara.
Desde siempre, y perdón por el toque personal a esta colaboración, hemos vivido con cariño, interés e ilusión estas fechas en particular las procesiones de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno de la que formamos parte desde muy pequeños por asociarnos a ella nuestro abuelo, entonces Hermano Mayor y miembro de las distintas juntas directivas desde su constitución por don Pedro Sanz Vázquez. Además, Salvador Embid fue presidente de la Junta de Cofradías y Hermandades y Hermano Mayor, también, e impulsor, cuando don Julián García era párroco de San Ginés, de la Hermandad del Santísimo Cristo del Amor y de la Paz. Él salía cada Jueves Santo con su querido Nazareno y al día siguiente por la mañana, cambiaba el morado por el rojo para la procesión matutina. Desde niño le escuchábamos hablar de reuniones, recorridos, novedades… muchos son igualmente los recuerdos desfilando bajo el capuchón con buenos amigos.
Aquello pasó en otro siglo pero hoy, con el hábito colgado, seguimos atentos, acudiendo a las asambleas, en el grupo de whatsapp de la cofradía Nazareno, de su día a día y el de la Semana Santa, compartiendo el deseo de Pepe González Vegas de que se cree un centro de interpretación de la misma, de que no falle el relevo generacional, orgullosos de que todos los pasos salgan cargando, del silencio, el respeto, la solemnidad y vistosidad de unos desfiles con categoría que cuenta con la implicación de la ciudad por lo que después de dos años en el dique seco nos aprestamos a disfrutar de nuevo de este mundo de sensaciones y sentimientos. A todos feliz Semana Santa.