Semana Santa
Las Fiestas de Semana Santa tienen la importancia que cada cual quiera atribuirlas.
Nos encontramos metidos en unas Fiestas que nos parecen ante todo religiosas, aunque mucho tengan de lúdicas y propicias para los viajes por coincidir con el estreno de la primavera. Este año no se podrá salir de la región, pero son muchas las alternativas para escapadas.
Las Fiestas de Semana Santa tienen la importancia que cada cual quiera atribuirlas. Sin duda que sólo pensar que todo un Dios se hiciera hombre para salvar al hombre es algo parecido a aquello de meter en un pocito toda el agua del mar como nos dice la Escritura en un pasaje. Nosotros hoy sólo queremos reseñar la trascendencia que para el cristiano tienen unas Fiestas que celebran el hecho de que todo un Dios se dejara crucificar para redimir a la humanidad. Es tan grande e inconcebible que sólo pensarlo es para asustarse. Pero no vamos a entrar en filosofía ni en teología que tal vez escape a nuestro entender. Tan sólo nos atrevemos a recordar esa Pasión, Muerte en la cruz y triunfante Resurrección.
Estamos, pues, en esa semana que como decíamos se llama Santa y que necesitamos de mucha fe para medio entenderla. Por otro lado la semana Santa es muy querida también desde el punto de vista vacacional. Se estrena el año así, pasadas las navidades, con otro puñado de días para el goce y disfrute de vacaciones. Muchos dirán que no es oro todo lo que reluce, pero lo cierto es que todo el que puede hace de estos días las primeras vacaciones un poco largas. Y a nadie le amarga un dulce aunque no pueda salir a paraísos soñados, pero si a esos otros paraísos que son los pueblos a donde acuden muchos a descansar del ajetreado vivir, si son de la misma provincia. Es la segunda Semana Santa de la pandemia, pero ya no confinados. No habrá procesiones ni pasiones vivientes o vía crucis, pero si los actos litúrgicos propios de este fecha que conocemos como Oficios y las torrijas.
Felices vacaciones que tan bien suelen venir. A cuantos salgan o estén disfrutando de ellas nuestro mejor deseo de que se diviertan. Nuestros pueblos seguro que se alegran de ver sus calles con más gente que de ordinario. Y a los que no salen por diversas causas felicidad también. Son tiempos adversos, pero toca descansar, sin dejar de cumplir con las precauciones y medidas que la pandemia nos impone.