Semanas Horribilis

08/12/2010 - 00:00 Victoria Lafora

Solo faltaba la jacarandosa Rita Barbera, que tan callada llevaba una temporada por esto de los avatares del "caso Gürtel", para echar más leña al fuego de los males que acucian al gobierno Zapatero. Dice Barbera en su blog que el ejecutivo ha perdido las riendas de todo. En esto del pulso de los controladores, como en todos los problemas que acucian al país, el PP ha aprovechado para arrimar el ascua a su sardina y no se han afiliado a USCA pero poco le ha faltado. Al margen de la batalla política que, empaña hasta las cosas de comer, los ciudadanos se van a quedar, tras el puente de diciembre, con un "estado de alarma" a cuestas y con muchas preguntas en la cabeza. Por ejemplo, ¿Cómo se toman medidas drásticas de ajuste de horarios laboral de los controladores antes de un puente, sin tener formados a sus homólogos militares y teniendo en cuenta que el conflicto larvado se prolongaba desde febrero? ¿Cómo puede una empresa pública (en el ámbito del control aéreo) AENA, que controla un servicio esencial, y que depende del misterio de Fomento, no ser capaz de formar controladores con más celeridad para evitar el chantaje? Zapatero no acudió a la cumbre Iberoamericana alegando la gravedad de la situación de los ataques especulativos contra la deuda española de la semana anterior, que han vuelto a poner en cuestión la credibilidad de las medidas de ajuste puestas en marcha para controlar el déficit. El rumor de que España iba a necesitar un rescate como Irlanda hizo tambalear la Bolsa mientras los intereses de la deuda se comían lo ahorrado en la congelación de las pensiones. Si a eso le sumamos el lamentable papel jugado por determinados ministros y fiscales ante la embajada Americana en Madrid, publicados día a día por El País, se puede decir el Gobierno está pasando sus semanas "horribilis". Salvo Alfredo Pérez Rubalcaba, casi ningún miembro del entorno de Zapatero sale bien librado en los cables de los embajadores de EEUU. Lo importante no son los calificativos sobre su mayor o menor simpatía o inteligencia. Lo grave, lo verdaderamente grave, son las descripciones de sumisión, subordinación e incluso los intentos de dar carpetazo a investigaciones judiciales que no eran del agrado de Washington. La imagen de un Moratinos corriendo presuroso y servil tras Condolezza Rice, mientras gritaba maleducadamente al servicio diplomático, o un Zapatero ofreciendo bases americanas hasta hartar, son demoledoras. El problema terrible es que la alternativa no es mejor. Si no, que se lo pregunte a Aznar que también le dijo al embajador que si veía a este país sufriendo se vería en la obligación de volver a la política. ¿Y Rajoy?