Sensatez en Alovera
05/12/2013 - 00:00
El Ayuntamiento de Alovera ha acordado, por fin, rendir homenaje a la memoria de su ex alcaldesa María del Carmen Plaza, fallecida hace unos dos años. Y subrayo el por fin porque no me cabe en la cabeza que algunos de sus compañeros de Corporación pusieran reparos a la propuesta de homenaje del PP, Grupo al que pertenecía Maricarmen. Se ha visto obligado, por tanto,el PP, según he leído, a presentar una moción ante el rechazo, (vergüenza ajena me da decirlo), del Partido Alternativa Alovera (A.A.) el de la actual alcaldesa Purificación Tortuero. Su apellido, de honda raigambre campiñera, no ha ganado nada con esta incomprensible negativa a un merecido homenaje. Porque es conveniente explicar que la moción ha sido avalada por las firmas de 2.300 vecinos y de varias asociaciones, entre ellas la de Amas de Casa . Ante este apoyo popular unánime de los aloveranos la moción ha salido adelante gracias a los votos del PSOE y, ahora, sí, del propio partido independiente, con los votos en contra de Izquierda Unida. Aun para los más alejados del devenir político de Alovera, estas negativas olerán a resentimiento, malevolencia o inquina, quizá porque era una mujer respetada y elogiada por todos los partidos, algo en lo que coincidimos los que tuvimos el placer de conocerla y tratarla, aunque sólo fuera en mi caso por mi condición de periodista.
Era una mujer que, durante su mandato, vivía transida de aloverismo y de responsabilidad en el cargo. Trabajó con ilusión y entusiasmo y ha dejado su huella en distintas obras y centros sociales y recreativos que han contribuído a hacer más cómoda y agradable la vida en Alovera. Ni la actual alcaldesa ni el mismo pueblo han ganado nada con este episodio, que huele a rencillas pueblerinas, inaceptables en una progresiva localidad con aspiraciones de ciudad. En una población que tenía hace unos diez años 750 habitantes y ahora sobrepasa los doce mil, estas cuestiones resultan ridículas, con cargo, sobre todo, a los partidos que se han opuesto al homenaje, aunque ahora el de Tortuero ha rectificado, lo que no ha hecho Izquierda Unida, quizá anclada en sus viejos prejuicios contra la derecha. Alovera se merece unos políticos objetivos que sepan interpretar la verdadera voluntad del pueblo al que representan. Unos políticos que encaucen el desarrollo de su pueblo y no sean de los que van a remolque del impulso heredado. Esa política reductora, de campanario de aldea, no es la que Alovera merece.