Siete pueblos pornos
En su alegre acto de arrepentimiento, el todavía alcalde Valladolid, Javier León de la Riva, ha dicho que con sus declaraciones sobre la ministra de Sanidad, Leire Pajín, se ha pasado siete pueblos. Lo escalofriante, sin embargo, es que lo mismo en los siete le habrían votado en masa y habría salido alcalde también. Llegados a éste punto, la pregunta es: ¿pero quién demonios vota en éste país? Siquiera por un prurito de decoro e higiene social, el tal regidor, que lo es desde 1995 cosechando amplias mayorías, no debería ser alcalde ni de Valladolid, ni de ningún sitio. Un tipo que, emplazado a dar su opinión sobre el nuevo Gobierno, es incapaz de generar otro pensamiento que el muy sórdido y salaz que al parecer le inspiran "los morritos" de uno de sus miembros, es un tipo que tiene un problema, pero, por el cargo de representación pública que ostenta, que detenta más bien, el problema gordo lo tiene Valladolid. Todos cometemos equivocaciones, bien es cierto, y no es cosa de lapidar a nadie por una, pero en el caso de este señor, y según se desprende de su "pensamiento" en relación a la nueva ministra, tal parece que sólo se equivocará el día que piense y diga algo puesto en razón. A Pajín, tan criticable (uno, por ejemplo, no puede dejar de verla como una actriz flojísima y sobreactuada), se le puede decir políticamente de todo, pero no se le puede, como a nadie, injuriar. Pero a la derecha de raíz facciosa, como también a algún elemento de la izquierda de raíz facciosa igualmente, le encanta insultar, que en la política como en la vida es una manera de cosificar al adversario, despojándole de su dignidad. Pero a Leire Pajín, además, la tienen frita los reprimidos que, cuando quieren "pensar" en la sexualidad, sólo les sale, a sucios borbotones, la pornografía. El todavía alcalde Valladolid tiene, en fin, un problema, pero que se lo ha traspasado enteramente, con esa alegría suya, a Valladolid. . Imprimir.