Simulacro festivo

13/08/2021 - 16:21 Redacción

Son fechas de nostalgia, recuerdos, frustración y rabia porque el reloj biológico pide los días de la fiesta,

Estamos inmersos en el fin de semana más festivo del año en la provincia, el que gira en torno a la Asunción y San Roque. De norte a sur, bajo el manto de los patrones y fieles a las tradiciones y aficiones, deberían retumbar rocas por los decibelios de las verbenas, impensables sentados cada uno en una silla, la Virgen de la Peña emocionar en las calles con la procesión de la Cera, miles de personas disfrutar del encierro por excelencia y tantos otros actos que implican reunión multitudinaria que por segundo año consecutivo no son posibles. Son por tanto fechas de nostalgia, recuerdos, frustración y rabia porque el reloj biológico pide los días de la fiesta, del reencuentro, de las copas hasta altas horas de la madrugada. Nos tenemos que conformar en cambio, y es de agradecer el esfuerzo de los ayuntamientos, con programaciones de actos- principalmente- al aire libre y de contenido cultural, con la preceptiva mascarilla y otras tantas limitaciones. Es un aperitivo pandémico, un recordatorio de lo que podría y volverá a ser, un tímido ensayo o simulacro. Toca conformarnos con lo que hay, tributos musicales reducidos que sustituyen a los grandes conciertos, novillada en Sigüenza, encierros camperos en Torrejón del Rey, Fontanar y Uceda, misas en todas las iglesias, sin procesiones. Es menos de lo que quisiéramos y sin duda de lo que merecemos tras un año esperando los días grandes de las fiestas, pero al menos significa una mejoría respecto a un agosto pasado en blanco, y satisfacción por el comportamiento ejemplar de peñas, hermandades, vecinos y responsables municipales- otros de los héroes durante esta crisis sanitaria- sin entrar en episodios concretos de irresponsabilidad tanto en redes sociales como en la calle, especialmente de algunos jóvenes que no resignan. Son fechas difíciles en lo anímico, en lo económico porque la fiesta dinamiza y es vital para muchos sectores, incluido este periódico de la provincia, pero es lo que marcan los tiempos y ha de asumirse con tranquilidad, imaginación, haciendo gala de esa capacidad de adaptación que caracteriza al ser humano. Los pueblos, eso sí, como el verano pasado, están llenos de gente deseosa de participar en lo que haya, de compartir como pueda el momento de descanso que significa este mes de agosto en el deseo de un futuro mejor.  Ánimo y feliz puente veraniego.