Sobre los exámenes para ser cazador en Castilla-La Mancha

30/04/2021 - 12:56 Isaac Fernández Cabanillas

La sensación es que desde la Administración lo que se hace con el mundo rural en general y con la caza en particular es ponerle todas las trabas del mundo.

Desde el año 2015, para obtener la licencia de caza hay que superar dos exámenes sobre un disparatado temario formado por 11 temas y 152 páginas. En el tema 1 aparece como materia de examen toda una amalgama de leyes, decretos, reglamentos, etc cada uno de ellos con su numeración legislativa y fecha de aprobación. No me cabe duda de que con solo ojear este primer tema mas de uno desistirá del intento.

En la parte restante aparece, entre otras cosas, todos los tipos de caza existentes, algunos tan poco extendidos como la cetrería, incluyendo las especies con que se practica, el registro en que se inscriben las aves, cuestiones sanitarias, etc. ¿Para qué necesita un cazador con escopeta saber cuestiones tan técnicas sobre cetrería?

Aparecen también los distintos tipos de armas usadas en la caza y no puedo evitar hacer la pregunta a la inversa, ¿para qué necesita un cetrero saber las diferencias entre una escopeta yuxtapuesta y un rifle express? ¿Qué sentido tiene esto?

Pero el colmo del despropósito es el apendizaje de un total de 63 especies, sus características, épocas de reproducción, cantidad de huevos que ponen, número de crías, alimentación, huellas y hasta el sonido que hacen. Repito, todo ello aplicado a 63 especies distintas. ¡Casi nada! Uno ya no sabe si se está sacando la licencia de caza u opositando para agente medioambiental.

La sensación es que desde la Administración lo que se hace con el mundo rural en general y con la caza en particular es ponerle todas las trabas del mundo, posiblemente con el fin de acabar con ella a la vuelta de unos años por falta de relevo generacional ante la falta de valentía para prohibirla, que parece que es el objetivo que persiguen. Es cierto que el examen fue asequible y el que suscribe estas líneas lo sacó adelante sin problema, pero, ¿es necesario este despropósito para practicar un hobby? ¿Cuántos habrá que debido a ausencia de tiempo por motivos laborales o de estudios desistan de sacarse la licencia con ojear el temario y ver “el berenjenal” en que hay que meterse? Si el Gobierno regional apoya la caza como así ha manifestado el propio Presidente en numerosas ocasiones, ¿creen que ésta es una buena forma de hacerlo y de fomentar el necesario relevo generacional? 

Invito a quien corresponda a buscar otras fórmulas. Seguro que las hay y seguro que nos benefician a todos.