Soluciones para el casco antiguo

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

El comentario
C. Sanz Establés, Periodista
La actuación urbanística realizada en la zona de las Carmelitas, con un nuevo edificio residencial, nueva plaza pública y nuevo aparcamiento junto a la antigua carretera de Zaragoza, parece que no ha dejado indiferente a casi nadie. Y este es el mejor ejemplo de que se ha hecho un trabajo distinto, innovador, moderno y, a mi modesto entender, sobresaliente, en un entorno donde las soluciones constructivas no son nada fáciles.
La expectación que ha levantado, no exenta de críticas a favor y en contra, refleja claramente que se ha trabajado desde criterios vanguardistas a los que, desgraciadamente, le cuesta mucho acostumbrarse a esta ciudad. Pasó hace años con la plaza de Santo Domingo y, más recientemente, con la plaza de los Caídos.
Contrasta este proyecto y su acertada solución urbanística con la situación de la capilla Luis de Lucena, una joya monumental que se oculta, incomprensiblemente, tras el edificio de una antigua gasolinera que, al parecer, no es conveniente quitar de en medio porque algunos informes técnicos dicen que es mejor que se quede como está para preservar todas la esencias históricas y monumentales de la capilla. No seré yo quien contradiga a los técnicos en la materia, pero a mi, personalmente, el sentido común me dice que Guadalajara ganaría mucho si el viejo edificio de la antigua gasolinera, feo, sin valor alguno y casi en ruinas, cerrado desde hace años, desapareciese, mediante una permuta, o mediante cualquier otro de los mecanismos legales que el Ayuntamiento tiene en sus manos, dando un realce adecuado a la recoleta capilla y a todo el entorno de la concatedral.

La ciudad está necesitada de alguna que otra actuación innovadora y decidida del municipio en beneficio de su patrimonio monumental. Muy poco se ha hecho en muchos años. Esta inoperancia, que ha trascendido a corporaciones y alcaldes, se manifiesta especialmente y desde hace muchos años en la falta de soluciones atrevidas para el edificio de la Plaza del Concejo, incluida su posible demolición, a pesar de ser muy criticado y de no saber qué utilidad darle. La capilla Luis de Lucena es un símbolo de la ciudad, un emblema, que podría ser puesto en valor anulando el viejo edificio de la gasolinera que le resta protagonismo en el entorno de la concatedral, del convento de las Carmelitas y la nueva plaza. Podría ser una buena forma de iniciar la recuperación plena del casco antiguo de la ciudad pero, sobre todo, sería una manera de patentizar que el Ayuntamiento está firmemente comprometido con la recuperación del patrimonio histórico y monumental de Guadalajara.