Soterrar la basura

Ayer mismo, el Ayuntamiento de Guadalajara aprobó los cinco últimos proyectos que forman parte de los 23 que se financiarán a través del Fondo Estatal de Inversión Local. Uno de estos cinco consiste en soterrar los contenedores de los nuevos desarrollos urbanísticos situados en la zona norte de la ciudad. En ocho meses, empleando a quince personas y con un presupuesto de 900.000 euros, el Ayuntamiento pretende soterrar los viejos cubos de la basura en las calles de los nuevos barrios. A simple vista resulta algo osado, después de comprobar lo que se tardó en instalar estos dispositivos en el centro capitalino. Un centro no exento de los problemas de movilidad que ofrecen los cascos históricos. Pero los inconvenientes no acabaron ahí, los contenedores soterrados no funcionaron correctamente desde su instalación y, de vez en cuando, siguen dejando a la vista sus vergüenzas, a modo de bolsas de basura en medio de la calle. Así las cosas, sólo cabe esperar que los contenedores soterrados que ahora se instalen lo hagan con mayor fortuna en los nuevos desarrollos, en algunos por tratarse de zonas poco habitadas aún y, en general, por la fisonomía de estas áreas de expansión en la ciudad. A la ciudad le queda todavía mucho que avanzar en esta materia. Se habló hace años de la recogida neumática de residuos. Esas tuberías que succionan las bolsas de basura a través de toda una red soterrada que evita malos olores y contaminación visual. Esperemos que los barrios de nueva creación supongan la avanzadilla en esto de las basuras. Aguas Vivas Ampliación, que Sepes espera entregar al Ayuntamiento el mes próximo, dispone ya de toda una red de recogida soterrada. Una suerte para sus futuros habitantes.