Tamajón, puerta del Ocejón
El viajero que quiera conocer la serranía del Ocejón forzosamente ha de pasar por Tamajón.
El viajero que quiera conocer la serranía del Ocejón forzosamente ha de pasar por Tamajón. Pero allí tendrá que elegir entre el Este, por Valverde de los Arroyos, o al Oeste, por el embalse de El Vado hacia los despoblados de La Vereda y Matallana. Elija lo que elija tendrá que volver, porque si no se quedará sin conocer la mitad de aquella sugestiva serranía . La primera ruta es la de la cuenca del Sorbe; la segunda la del Jarama, las dos de accidentada orografía, y ambas de gran riqueza forestal y la singularidad de sus pueblos de pizarra por los que ha merecido la comarca el nombre de Arquitectura Negra. Es una serranía tan despoblada que no llega a dos habitantes por kilómetro cuadrado, igual a la del Señorío de Molina. Al llegar a la explanada de Tamajón, a un paso del Ocejón, el visitante se sorprende de su empaque de pueblo importante, que lo es, muy por encima de los demás pueblos. Hace unos veinte años tenía 600 habitantes, que ahora no llegan a 160, incluidas sus pedanías de Almiruete, Muriel y Palancares. Pero entonces casi no había donde comer en Tamajón y ahora hay cinco o seis restaurantes, comercios pensados para excursionistas poco previsores, un digno Centro Social y una tienda, a manera de supermercado, de múltiples ofertas que cubren todas las necesidades. A Tamajón se llega desde Guadalajara en poco más de media hora y desde Madrid en una. Sus mil y pico metros de altitud no son nada comparados con los más de 1.200 de cota media de la comarca, y sus cuatro o cinco cumbres que en su límite con Madrid y Segovia superan los 2.200 metros, mantienen manchones de nieve casi perpetua. Tamajón perdió una oportunidad histórica cuando Felipe II renunció a su primera idea de construir allí un monasterio para la orden jerónima, conmemorativo de la victoria de San Quintín, que luego levantó en El Escorial. Ahora quizá sea su segunda oportunidad de Tamajón y su tierra el carácter preferencial que se le ha dado para la inversión de los fondos europeos destinados al apoyo de zonas deprimidas, de los que serán beneficiarias en nuestra provincia la Sierra del Ocejón y la comarca del Señorío de Molina, contando la sierra con la ventaja de la proximidad de Madrid, de donde ya le llegan los fines de semana, y a diario durante el buen tiempo, centenares de coches. La Serranía Norte, por sus ríos, montes y riqueza forestal, y su cercanía a una ciudad de más de cuatro millones de habitantes, es seguro que tendrá un gran futuro turístico.