Tascos y atascos

01/02/2020 - 13:02 Antonio Yagüe

En la comarca se llaman tascos. De nieve, claro. En los 50-60 llegaban a sobrepasar el metro y más si se ventisqueaba. 

Ha pasado una semana larga y nos siguen llegando más fotografías y vídeos de la grandiosa nevada caída en nuestros pueblos casi de forma generalizada. Con bellas estampas para nostalgia y regocijo de padres y abuelos ubicados a cubierto en las capitales. También para disfrute de los penúltimos y ocasionales moradores que nunca habían podido obtener imágenes similares.

En la comarca se llamaban tascos. De nieve, claro. En los  50-60 llegaban a sobrepasar el metro y más si se ventisqueaba. El tío Alejo de mi pueblo contaba que un año de aquellos, en torno a Santa Águeda, tiró de pala y se pegó una semana haciendo vereda hasta llegar a casa de su hermana, sepultada bajo el nevazo con su marido, dos hijos y dos mulas. “Todos estaban bien. Tenían comida, leña y menos mal que el tejado aguantó”, explicaba.

No ha llegado a tanto. No sabemos si por efecto del cambio climático o porque ni nevar ni nada es ya como antes, aunque ante las cámaras televisivas lo supervivientes dicen que en su vida han visto cosa y rasca igual. Hay algo que, según los sufridos vecinos, no ha cambiado: la indiferencia de los equipos de ayuda, rescate o el sofisticado nombre que se les ocurra a las crecientes y bien pagadas autoridades, asesores y guardaimágenes diputacionales y autonómicos.

En Villel de Mesa denuncian que el servicio eléctrico estuvo cortado 28 horas y que sus equipos reparadores no podían acercarse. Las máquinas quitanieves aparecieron dos días tarde. Incluso una se averió y hubo de ser rescatada a la altura de Labros cuando trataba de dejar expedita la carretera Rueda de la Sierra-Ariza para restablecer la comunicación terrestre con el Valle del Mesa. Algo parecido, con quejas en vano, ocurría en los pueblos zaragozanos limítrofes de Campillo, Cimballa o Monterde. Empate Lambán-Page también en dejadez por su trozo de España vacía.

No sería porque las televisiones no avisaron sobre Gloria y su fijación en la franja Teruel-Molina-Zaragoza. Hasta algunos pueblos se disputaban quién tendría más gorda la nevada. Pero nada. Incomunicados, bloqueados, las protestas de siempre y los gerifaltes en sus sillones. Dicen que andaban atascados por Fitur con ofertas turístico-gastronómicas y propagandas tipo NO-DO moderno. Como dice el manoseado dicho, siempre que pasa igual ocurre lo mismo.