¡Tiembla Obama!

 

   

   Si yo fuera Obama, amonestaría al embajador James Costos por partirse de risa a la salida del Ministerio de Asuntos Exteriores, después de que García-Margalloamenazarapúblicamente a EE UU con la “ruptura del clima de confianza”. También le daría otro correctivo por no inmutarse cuandoel fiscal general del Estado, Torres-Dulce,anunció la apertura de diligencias en relación al supuesto espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA). Y, con el fin de evitar males mayores y aunque parece que ha sido todo un montaje, llamaría a Mariano Rajoy parapedirle disculpas y aclararle detalles sobre la colaboración del CNI en las operaciones.Aquí no hay enemigo pequeño. El presidente Obama, además de atropellar supuestamente los derechos de los españoles a la intimidad, es un indocumentado.No era necesario controlar las comunicaciones enEspaña – 60 millones de llamadas en un mes, según apunta un periódico nacional - para saber cómo está el patio de nuestra política y de nuestra economía. Antes de llegar a este desencuentro más ficticio que real de dos países amigos, a Obama le tendrían que haber explicado lo mucho y lo bien que ya nos espiamos entre nosotros. Y sin necesidad de satélites. En plan florero con micrófono incorporado.

 

  No dudo de la buena voluntad de Washington, ni cuestiono la ayuda inestimable que ha prestado y sigue prestando EE UU al Gobierno español en la lucha antiterrorista, pero alguien tendrá que poner coto a este desmadre. Es lógico que España protestey dé algún puñetazo encima de la mesa, pero hay mucho ruido y pocas nueces. Ni vamos a romper relaciones con EE UU, ni estamos en disposición de echar pulsos a nadie, con la que tenemos aquí organizada. Puestos a espiar, me parece más interesante espiar a quienes han hecho de la corrupción un oficio y de la evasión de grandes capitales una nueva modalidad turística. Y, si me apuran, firmaría para que“el ojo que todo lo ve” se fijara enesos sindicalistas andaluces que han cambiado las barricadaspor las mariscadas.

 

   PD: Lo más urgente ahora para los socialistas es sacar los restos de Franco del Valle de los Caídos. ¡Que perra tienen con resucitarlo!.