Tiempo de invierno

11/12/2021 - 17:15 Antonio Yagüe

El cambio de estación lo marca la lluvia pertinaz, las noches oscuras, los fríos, la sinfonía de crudos vientos, cierzos y matacabras que llegan hasta los tuétanos.

En Italia y, sin ir más lejos en Campillo de Aragón, en llegando Santa Lucía (el día 13) consideran que tenemos el invierno encima. En este pueblo vecino festejan por todo lo alto a  la patrona de los ciegos y abogada de problemas de la vista. En torno a la hoguera, tras los tradicionales rezos, velas y oraciones, se celebra una conversada cena entre asados o socarrados en las brasas, con pan, vino, dulces y los mejores deseos prenavideños.

El cambio de estación lo marca la lluvia pertinaz, las noches oscuras, los fríos, la sinfonía de crudos vientos, cierzos y matacabras que llegan hasta los tuétanos. También las nieves pacíficas que mojan y penetran en la tierra, y cuando hielan pudren lo viejo para que surja lo nuevo. Asoma el invierno prologando la Navidad, que llega tras una estrella que dibuja caminos en el cielo para guiarnos hasta el pesebre donde nacerá Jesús.

  Antes era tiempo de villancicos y cuentos. Nunca pude con el de Dickens, que me devuelve a la lejana infancia maldiciendo la avaricia del viejo Scrooge, y menos con el de la pequeña cerillera de Andersen. Una niña que vende cerillas en Nochebuena y no puede volver a casa sin dinero porque la espera un padre cruel. La calle se va quedando sin gente y va encendiendo sus fósforos para calentarse un poco e imagina, mientras dura la leve luz de la cerrilla, un mundo mejor, más cálido y feliz. Muere de frío, con una sonrisa en los labios.

Cuesta contar hoy a nuestros hijos y nietos aquellos relatos de personas congeladas por carecer de hogar y vivir en una sociedad insolidaria. Pero, siglo y medio más tarde, Cáritas nos muestra con datos y testimonios que la pobreza todavía puede ser materia narrativa.

Pese a su dureza climática y una Navidad cada año más larga, el invierno es una estación de tránsito hacia la primavera que invariablemente aparece por sorpresa en nuestras vidas. Por fortuna, como dejó escrito Larry Wilde, la Navidad es la época del año en la que se nos acaba el dinero antes que los amigos.