Tiempo de purificaciones
Doña Mercedes, insigne profesora de latín en el viejo Instituto de Molina, nos enseñaba que febrero era en la antigua Roma uno de los meses más importantes del año. Estaba dedicado, explicaba, a las purificaciones y ni siquiera Julio César al reformar el calendario se atrevió a tocar sus 28 días.
Doña Mercedes, insigne profesora de latín en el viejo Instituto de Molina, nos enseñaba que febrero era en la antigua Roma uno de los meses más importantes del año. Estaba dedicado, explicaba, a las purificaciones y ni siquiera Julio César al reformar el calendario se atrevió a tocar sus 28 días.
Los fastos, explicaba, incluían la fornacalia o festividad de la fertilidad, cuya última jornada era conocida como stultorum feriae o fiesta de los tontos, un día para que los despistados que no habían celebrado los rituales en su debido momento pudieran redimirse. Algunos responsables de festejos podrían incluir este broche para rescatar a los distraídos.
Es el mes de San Blas (la cigüeña verás, cuando la migración era regular), Santa Águeda (protectora de las mujeres y patrona de los escolares), San Valentín (hoy Follardín) o la efeméride (18 de 1930) del descubrimiento de Plutón. Se representa bajo la protección de Neptuno, como una mujer vestida de azul, con un ave acuática entre sus manos y sobre su cabeza una urna de la que sale agua, indicando que es el mes de las lluvias… “Cuando no llueve en febrero no hay buen prado ni buen centeno”, dice el refrán.
Este año podría canibalizar al abril aguas mil con modernas danas y borrascas como Karlotta, fuertes lluvias, nieve, ventoleras y mejor tempero. Y repetirse inundaciones mejor menores que la del Guadalquivir desbordado en Córdoba y Sevilla un 19 de 1963. Pero parece que no está de parte.
Tras cuatro años de escasez pluviométrica, en Cataluña y Andalucía rezan por el fin de la pertinaz sequía”. Sus pantanos están a un escaso 15% de su capacidad, lo que provoca severas restricciones. Podríamos emular la purificación romana o acción de devolver su pureza al cuerpo y al alma. O la penitencia cristiana. Es tiempo de Cuaresma.