Tiempos de huelga

13/02/2014 - 23:00 Tomás Mantecón

Hay ciertas cosas que todos deberíamos saber sobre la empresa ALSA y el trato hacia sus trabajadores. Cuando hace unos años esta empresa entra en Guadalajara adquiriendo Continental-Auto, todo el mundo pensó que era una gran empresa, que bien, ahora también se ha hecho con los urbanos. Pues la realidad es una pesadilla para los trabajadores. Ningún trabajador en su sano juicio quiere pertenecer a dicha empresa. El convenio provincial de transporte de viajeros de Guadalajara lleva ya tres años caducado, durante los cuales ALSA se ha apoderado de la negociación dejando de lado al resto de empresarios y convirtiéndose en paladines del sector, incluso llegan a decir lo que es bueno para los trabajadores, es decir, eliminar un día de asuntos propios, eliminar los derechos de I.T., que la antigüedad empiece a contar a partir de los nueve años, etc. y una subida salarial del 0,25% para cuatro años, lo que es lo mismo, unos dos euros al mes.
Esto es un insulto a los trabajadores, ya que no hacen más que pedirnos esfuerzos para salir de la crisis y creo que actualizar las tablas salariales un 3,5% renunciando a todos los atrasos ya es bastante sacrificio. Tengamos en cuenta que los trabajadores en estos años hemos perdido más del 10% (hay que recordar que no nos suben ni el IPC siquiera) de poder adquisitivo mientras los directivos han incrementado sus salarios en un 7% y las empresas siguen aumentando sus beneficios, ya que el precio del billete de bus no ha dejado de subir en estos años, por lo tanto, el término competitivo no significa lo mismo para empresarios que para trabajadores. Aún todavía a esta empresa no le parece suficiente y da una nueva vuelta de tuerca a nuestros derechos queriendo ser Dios y estar por encima de los Tribunales, ya que ahora se plantea renegociar una sentencia judicial que nos es favorable desde hace muchos años y que nos supondría una pérdida económica inasumible.
Por consecuencia de todo esto a no mucho tardar y si la empresa no cambia esa actitud chulesca y prepotente de absoluto desprecio a los profesionales de este sector, y en definitiva a los usuarios, nos veremos avocados a una huelga con carácter indefinida que no hará más que perjudicar a los trabajadores y a los usuarios, que como siempre tenemos que pagar los desmanes de los empresarios, auspiciados por el Gobierno, que no hace más que darles poder, despreciando y queriendo hacer retroceder el nivel de vida a las clases trabajadoras, ya no 30 años, sino hasta el siglo XIX, queriendo poner de moda otra vez la esclavitud. ALSA no quiere trabajadores profesionales indefinidos con calidad de vida, quiere esclavos dispuestos a trabajar por menos de 900 euros al mes. Sale más rentable para un trabajador conducir un camión de mercancías ya que su salario es superior al de un conductor de autobús, con la responsabilidad de la seguridad de los viajeros que trasladamos.
Los trabajadores del sector somos profesionales que amamos nuestro trabajo, nos gusta lo que hacemos y lamentamos profundamente el daño que con nuestros paros vamos a causar a los usuarios. Nos cuesta mucho tomar esta decisión pero no nos queda más remedio ya que ALSA nos considera meras piezas sustituibles. Ellos hablan de profesionalidad, de dar lo mejor de nosotros pero, ¿como vamos a darlo si ellos no aportan nada?. Aparte del tema económico también nos sentimos acosados ya que cualquier incidente en carretera es sancionado de forma desproporcionada con suspensión de empleo y sueldo, aún sin tener la culpa, por eso muchos de nosotros trabajamos bajo presión, nerviosos, cosa que no es buena para nadie, ya que según ellos, tenemos que ser buenos profesionales a base de golpes, no de cursos de formación. ¿Qué futuro nos espera si no cortamos esto ahora?. Nuestros hijos nunca tendrán un trabajo digno que les permita iniciar su vida, nunca podrán adquirir una vivienda.
A base de trabajos temporales, que es lo que hace ALSA; un contrato de tres meses, luego otro de dos y en distintas empresas del grupo para que nunca tengas antigüedad. Por eso apelo a la paciencia de los usuarios, porque todos somos trabajadores, todos debemos estar unidos en la lucha contra el capital, independientemente de partidos políticos o sindicatos. Lo que nunca debemos hacer es afear a otros trabajadores que defienden sus derechos, sean funcionarios, conductores, controladores aéreos, etc... Esa es la baza del empresario, divide y vencerás, así que demostremos que todos estamos unidos.