Toca aprender a vivir en la nueva realidad con responsabilidad
El esfuerzo que vamos a tener que realizar será muy importante en todos los sentidos.
En condiciones normales, en las condiciones que todos imaginábamos y ahora deseamos, estos días estarían repletos de actos festivos en Guadalajara como ciudad que acogía con muchísimo orgullo la celebración del Día de Castilla-La Mancha. Pero la realidad nos sorprendió en este caso y nuestras vidas cambiaron completamente en la semana del 14 de marzo, en la que tuvimos que encerrarnos en nuestros hogares para protegernos ante un virus desconocido.
Desde aquel momento hemos vivido días de angustia y miedo por la incertidumbre, pero también de dolor viendo a muchas familias perder a sus seres queridos en condiciones muy crueles, sencillamente inimaginables. Por ello debemos recordar y rendir un homenaje a esas miles de personas fallecidas por el coronavirus, y aplaudir la labor sin descanso de todo el personal sanitario del país, empleado en cuerpo y alma en impedir a toda costa que el número de muertes fuese aún mayor.
A todo esto debemos añadir la derivada económica y social que la pandemia nos está ocasionando. Paramos el país para protegernos y ahora es necesario volver a ponerlo en marcha, con mucha cautela y responsabilidad, para regresar a una senda de crecimiento cuanto antes, tratando de evitar que las personas más vulnerables queden desprotegidas
Al apartado de la recuperación el Ayuntamiento de Guadalajara destinará la cantidad de 6,7 millones de euros en base a un acuerdo con los agentes sociales, que formarán parte también de una mesa de trabajo en la que estarán presentes todas las formaciones políticas con representación en la ciudad.
El esfuerzo que vamos a tener que realizar será muy importante en todos los sentidos y lo que debe quedarnos claro es que ahora toca aprender a convivir en esta nueva realidad con mucha responsabilidad y también con serenidad. Hoy las cifras de nuevos contagios y personas fallecidas son mucho mejores, pero que nadie olvide lo vivido hasta el momento para no bajar la guardia. Porque de nuestros gestos individuales dependerá mucho que esta tendencia positiva se consolide y no se revierta, en espera de una vacuna que ponga fin al coronavirus.
Podemos y debemos sentirnos muy orgullosos y orgullosas de la manera en la que la ciudadanía de nuestro maravilloso país ha encarado esta situación. No solo desde el esfuerzo y el trabajo de miles de servidores públicos sino también desde las muestras y gestos de solidaridad que han recorrido toda nuestra geografía. También del buen humor y de la manera en la que hemos intentado hacer algo más llevadera una realidad que nos resulta insoportable.
Nadie podía suponer hace unos meses que hoy no estuviésemos festejando con orgullo el día de nuestra región. Una región que es una muestra clara de todos los valores antes mencionados: esfuerzo, entrega, optimismo, solidaridad, y también cultura y diversidad.
La mejor historia de Guadalajara va ligada a la propia historia y al desarrollo de Castilla-La Mancha. Por eso hoy, a pesar de las circunstancias, debemos poner en valor todo el camino recorrido desde autonomía y también nuestros rasgos y señas de identidad como región diversa y avanzada, especialmente en el ámbito de lo social.
Me siento orgulloso de Castilla-La Mancha así como de la contribución que hacemos a nuestro gran país que es España. Me siento especialmente orgulloso de su gente y de la manera en la que encaramos la que sin duda es la etapa más difícil de nuestra historia. Y me muestro, sobre todo, esperanzado con que dentro de un año estemos en mejores condiciones para festejar todo lo que tenemos en común y también todo lo que tenemos de diferente. Pero espero ante todo poder pensar que actuamos como un pueblo unido y responsable, que se propuso por encima de cualquier otro interés el de impedir que los paisanos y paisanas más débiles se queden atrás en el camino.
Desde el dolor por todo lo sucedido y también desde la esperanza os deseo un feliz Día de Castilla-La Mancha.