Todavía están a tiempo

16/11/2010 - 00:00 Fermín Bocos

La crisis del Sáhara Occidental, en lo que se refiere a las repercusiones políticas y diplomáticas para España, es el tema paradigmático a la hora de examinar el valor de la ideología y de las convicciones en el mundo de la política. Supongo que todo el mundo se acuerda de aquellos congresos del PSOE con el grito "¡Polisario vencerá!", en presencia de representantes de ese movimiento de liberación de la última colonia española. Eran tiempos en los que el PSOE todavía no había ocupado el poder y se mantenía en las esencias puras de su pensamiento. Es posible que cuando se llega al poder sea necesario hacerle un ladito al pragmatismo. Eso se ha hecho siempre, incluso desde los partidos ideológicamente más a la izquierda o más comprometidos con la libertad del género humano y de los nacionales de sus respectivos países. Una cosa es eso y otra cosa es olvidarse de los programas, las promesas, la ideología y las convicciones. Puede ser que al PSOE en el poder en estos momentos le esté sucediendo algo parecido. Y es posible que ello se deba no a la mala fe o al olvido sino a la falta de valentía para anteponer los grandes principios al más cutre de los pragmatismos. Se lo digo con afecto y con la intención de ayudarles a rectificar. Es positivo ese deseo de proteger los intereses de España, en el terreno político, económico y comercial, pero nunca poniendo patas arriba todo lo demás, que para un partido de izquierdas debe ser primordial. Dice Zapatero que lo prioritario son los intereses de España. Hay que decirle que en el ranking de esos intereses cuenta más la lealtad a los principios, a la gente, a los militantes, a los electores y a la gente que ha creído en ese partido como depositario de un sentido de la justicia y de la decencia que no puede ponerse en peligro de esa manera. Se lo digo con afecto. Todavía están a tiempo. Imprimir