Todos con el Deportivo
01/03/2013 - 00:00
El tema de las dos últimas semanas en Guadalajara es lo que coloquialmente se llama lo del Depor, seguido de la pregunta ¿y qué va a pasar? Todo el mundo ha oído que ha habido un movimiento de papeles extraño en relación al aumento de capital que tuvo lugar el pasado verano, irregular probablemente, pero nadie, salvo los juzgados tras el estudio de las pruebas que correspondan, puede concluir que haya existido conducta alguna que haya infringido la ley, simplemente porque tal afirmación sería temeraria, aventurada, apresurada y también injusta con la persona o familia que cogió las riendas de un club hundido en el pozo de la Tercera División y con escasa afición y lo ascendió dos categorías hasta consolidarle en la plata del fútbol español y codearle con equipos históricos en tardes de verdadera emoción para los amantes de este deporte. Cierto es que el éxito deportivo, todavía no culminado pues el objetivo a medio plazo es alcanzar el cielo de la Primera, no es un aval o excusa para mover el dinero de un lado a otro y hacer de la capa un sayo, pero también lo es que los clubes deportivos por decisión tomada hace unos quince años son sociedades anónimas deportivas, es decir empresas, y que por tanto sus propietarios, cumpliendo las normativas vigentes, pueden gestionar como mejor crean para los intereses del club.
Se entiende, además, que los dueños de cualquier chiringuito cuidan de él lo mejor que saben, con sus aciertos y sus equivocaciones. En este caso, tal vez, las formas fallen, y la existencia de varias empresas con socios o apoderados comunes confunda y lo líe todo. Pues bien que los abogados y jueces lo estudien y todo vuelva al camino de la regularidad que los socios y aficionados deseamos. Por otra parte, y precisamente por ser el club una empresa privada, no se puede girar la cabeza hacia el Ayuntamiento, la Diputación o la Junta que son simples colaboradores sin responsabilidad alguna sobre lo que el accionariado haga. En este sentido es de agradecer y mucho las mociones de apoyo y las conversaciones oficiosas de Román, porque cualquier ayuda es bienvenida y útil y porque son la prueba de que el Guadalajara es patrimonio moral de toda la ciudad y su participación en Primera o Segunda División es imagen y riqueza para la ciudad. Es momento de apoyar al club.