Tolerancia cero

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Editorial
Lejos de ser una jornada de celebración, la conmemoración del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujeres se convierte en una reivindicación del papel de todos para frenar esa lacra que se mantiene en la sociedad. La violencia de género es un obstáculo para la igualdad, el desarrollo y la paz de los pueblos, ya que impide que las mujeres disfruten de sus derechos y libertades fundamentales.
Pero, además, no puede considerarse un problema exclusivo de la esfera privada de la mujer, sino que todas las administraciones, los responsables de entidades y la sociedad en general están llamados a participar en la lucha por prevenir y erradicar este grave problema social. De ahí, la importancia del acto institucional que tenía lugar ayer en el Teatro Auditorio Buero Vallejo y en el que representantes de todas las administraciones (Gobierno central, Junta de Comunidades, Diputación y Ayuntamiento capitalino) condenaban la violencia de género en todas sus manifestaciones pues constituye un atentado contra los derechos fundamentales de las mujeres y como tal es socialmente inaceptable. Un apoyo unánime a las 450 mujeres que contaban con una orden de protección hasta finales de octubre de 2009 en Guadalajara (315 de ellas en la provincia y 135 en la capital) o a las 315 que, en lo que va de año, han presentado denuncias en la provincia. Pero más allá de los actos de ‘escaparate’, esta unidad institucional se empieza a reflejar en la dotación de medios y recursos asistenciales con los que cuentan las agredidas. A pesar de haber mejorado notablemente, con la protección no es suficiente. Si realmente lo que se pretende es hacer desaparecer este terrorismo doméstico hay que seguir apostando por fomentar una actitud crítica, solidaria y comprometida de toda la sociedad frente a situaciones de maltrato así como hay que favorecer la implicación mediante la movilización de todos los agentes sociales. Sólo de este modo se conseguirá una auténtica tolerancia cero con los agresores.