Tontos contemporáneos

07/09/2019 - 13:21 Antonio Yagüe

 España ha enriquecido su fauna de tontos de todas las clases. 

 El ingenioso Luis Carandell, hijo adoptivo de Atienza, que tan magistralmente glosó con inteligencia y humor nuestro ADN  prehistórico en su Celtiberia ‘show’, inventó hace años en la tertulia de La Taberna del Alabardero el ‘Premio al tonto contemporáneo’, dotado con una tiza. La idea causó furor. Los contertulios aseguraban que había durísima competencia al otorgar tan singular galardón. En realidad era una ambivalente distinción, pues no debía recaer sobre un personaje obvio sino más bien alambicado, capaz de acreditar méritos suficientes para obtenerlo. 

Entre los ilustres premiados figuraron Jesús Aguirre, cínico duque de Alba,  Mariano Rubio, gobernador del Banco de España en tiempos la beautiful people que acabó en Carabanchel, y el excéntrico Luis Solana, político, presidente de telefónica y Lord España. Algunos de aquellos tertulianos de verdad, como el maestro Víctor Márquez Reviriego, estivalmente afincado en Hortezuela de Océn, recuerdan lo reñido del fallo y lo embarazoso para el encargado de comunicárselo al premiado. 

La idea decayó. Pero no por falta de candidatos. España ha enriquecido su fauna de tontos de todas las clases, con presencia en la política, administración del Estado, Gobierno y autonomías, diputaciones y municipios, la farándula y la cultura, o el mundo científico y los deportes. De mantenerse en vigor, los aspirantes serían multitud y las deliberaciones eternas. Insignes analistas coinciden en el president Torra como aspirante completo. No se puede gobernar peor, ni ser más previsible. No solo pide cosas como la libertad de los alzados contra la Constitución, sino que cuando habla da la sensación de que no sabe nunca lo que dice ni dónde está. Es palafrenero de otro mermado intelectual, Puigdemont de Bruselas, designado por Mas para que no le hiciera sombra. 

Una tertulia molinesa plantea galardonar a nivel autonómico a José García Molina, barón pablista y luego errejonista, que dejó a Podemos sin representación y pasó de vicepresidir Castilla-La Mancha al paro. En la provincia resalta Ana Guarinos por su trayectoria de diputada nacional de rebote a alcaldesa frustrada de Molina, y de presidenta de la Diputación a cabeza hoy de un PP en ruinas. A nivel local competirían Manuel Monasterio o “el Geoparque soy yo” emulando a Luis XIV, y el exalcalde Jesús Herranz, náufrago político por su falta de empatía con los ciudadanos. Se admiten más candidatos.