Torturadores de perros

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por:
Cartas al director
ALICIA PÉREZ PONS / Alicante
Pudiera parecer, que hoy en día, en el siglo XXI, no debería haber torturadores de perros, pero la verdad es que si los hay, y son sus propios dueños, aunque haya quien piense lo contrario. En los últimos años ha proliferado y de que forma, el número de personas “emperradas”, es decir, de personas que van por la vida de redentores de la humanidad y de los perros.

Han llegado a creer que los perros tienen más derechos que las personas, y como tal, debe ser la persona quien se aparte cuando pase un perro, y además, deberá soportar sus orinas en las esquinas, y si llega el caso, pisar sus agradecidas cacas, esas que dejan con todo descaro en aceras, parques y jardines. El estado de las aceras de ciertas calles, no se puede decir que sea tercermundista, sino más propio de una ciudad de “guarros” y retrasados sociales respecto al siglo XXI.
Si tan emperrados están, por qué no llevan una socorrida “botella de agua” y la derraman sobre cada uno de los orines o cacas blandas que deja el perro, puesto que las duras se pueden recoger, los ciudadanos lo agradeceríamos.

Desde aquí le pedimos a las autoridades sanitarias, que estudien si las orinas en la calle pueden ser causa de infecciones y contagios. A los emperrados queremos decirle que están profundamente equivocados, que están ejerciendo de torturadores, que a ellos no les gustaría pasear con una cadena al cuello y sometido a los caprichos del dueño.

Los perros no han nacido para vivir encerrados en un piso, ellos han nacido para sentirse libres, para correr, para saltar, y para desfogarse por el campo, cualquier otro tipo de vida supondrá una tortura. El perro no goza ni de su sexualidad, es el dueño quien decide por él, llegando incluso a la castración.

En contra de los emperrados también podemos apuntar, que muchos de ellos no pasean una mascota de compañía, sino auténticos perros de presa como Pitbull o Rotweiler, y además sin bozal, aparejo mas necesario que la correa, por lo que pareciera que intentan intimidar a viandantes y vecinos, a pesar de que este año llevamos ya cuatro o cinco niños muertos a consecuencia de los perros.