Tradición, autenticidad y materia prima de primera calidad en el Cenador de las Monjas
Tienen huerto propio a escasos cinco metros de la puerta del restaurante que es su fuente de abastecimiento, además de otros huertos de la vega del río Arlés, que pasa por esta localidad, y cuyo cauce está en la misma calle, Travesía Inés, número 1, en la que se ubican. Utilizan las verduras sin abono de síntesis y respetando los ciclos naturales de cosecha y siembra. De esta forma, todas las verduras de la carta y los menús tienen el sabor de lo natural y lo orgánico de la vega de Pastrana.”Este propósito vital nos lleva a investigar y estar al día en materias primas y elaboraciones que nos permiten avanzar y mejorar trabajando desde nuestros valores como empresa la tradición y la contribución a expandir la gastronomía local y regional”, explica Prieto.
La despensa de este restaurante está llena de productos locales, provinciales y regionales, además de otros españoles. Así usan el aceite de D.O Alcarria Baja, miel de Pastrana -envasada en la misma calle donde se ubica el establecimiento-, cordero lechal de la localidad, chocolate de la pastelería del pueblo, sal de Saelices y el azafrán de la Mancha, entre otros muchos ingredientes.
Imprescindible es también su pisto de verduras con sorbete de tomate. Las verduras, procedentes de su huerto, son cultivadas, cuidadas, cosechadas y transformadas “con mucho esmero porque sabemos que este es el sabor de lo más característico de Pastrana , la vega fértil”. Plantan diversas variedades, además de la local y autóctona, para poder aprovechar las variedades en función de su rendimiento .
Otro plato impertérrito son sus mollejas de lechal castellano con morteruelo y setas. El lechal de cordero siempre está presente en sus cartas. Los lechales pastan en las laderas de los montes de Pastrana y le confieren a la carne esa tersura de ganado itinerante que come romero y aromáticas, explica Silvia. A ellos se suma el morteruelo, que es un paté con diversas carnes de caza menor que acompaña en una armonía perfecta la molleja suave del lechal.
Y de postre: sopa cremosa de romero, aromatizada con miel de mil flores D.O Alcarria con un helado de lavanda, que supone “la esencia de la Alcarria en un plato y en un bocado intenso y vivo”, resume Silvia Prieto.
Turismo cercano
El restaurante El Cenador de las Monjas se encuentra en el número 1 de la Travesía Inés de Pastrana. Esta Villa Ducal ofrece la posibilidad de disfrutar de planes muy diversos gracias a la riqueza patrimonial que atesora. Desde la oficina de turismo -ubicada en la parte inferior izquierda del Palacio Ducal- se ofrece la posibilidad de hacer visitas por varios museos y monumentos, e incluso acceder a las visitas teatralizadas.
El emblema de la localidad es el Palacio Ducal, que se ubica en la plaza de la Hora, en pleno centro, pero a él se suman edificios destacados como la Casa de Moratín, la Casa del Concejo, la Casa del Deán, el Colegio San Buenaventura, el Convento de San Francisco, el Convento de San José y del Carmen, la Iglesia Colegiata y el Palacio Viejo, entre otros.
ZORITA, ALMONACID y ALBALATE: Disfrutar de Pastrana permite también hacer una visita a su entorno. Así, a unos pocos kilómetros, en Zorita de los Canes, se encuentra la Ciudad Visigoda de Recópolis. Más adelante podemos adentrarnos también en Almonacid y Albalate de Zorita y disfrutar de los entornos naturales que hay junto a ellos como son Bolarque, la Sierra de Altomira y la micro reserva Cerros Magrosos de Pastrana y Yebra. Sin duda un viaje único para disfrutar con los cinco sentidos en un entorno rural que no deja indiferente.
ALMONACID DE ZORITA: A menos de seis kilómetros de Zorita se encuentra Almonacid de Zorita que atesora también un gran patrimonio. Destaca la iglesia de Santo Domingo de Silos, la antigua ermita de la Virgen de la Luz, las puertas de la muralla del siglo XIV, plaza de la Villa, la torre del Reloj, y el convento de los Jesuitas o el de la Concepción. También se puede ver el Salto de Bolarque, un enclave industrial histórico. Próximo a este municipio se encuentra también Albalate de Zorita, que merece una visita, así como el castillo de Anguix, del siglo XIV.