Un auténtico alivio para Guadalajara

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por:
Editorial
Ni el desdoblamiento de la N-211, entre Alcolea del Pinar y Monreal del Campo, ni el de la N-320, entre Guadalajara y Torrelaguna, se verán afectados por los recortes del Ministerio de Fomento. La primera de ellas era un compromiso electoral que, al parecer, y según información facilitada por el diputado socialista por Guadalajara, Jesús Alique, se va a cumplir.
La segunda, incluida en el Plan Estratégico de Infraestructuras que se elaboró en 2006 y que está sufriendo una profunda modificación, es la que se encuentra en una fase más inicial, pese a que los alcaldes de Campiña Baja han tenido ya la oportunidad de incluir las pertinentes alegaciones. Era, desde luego, la que más peligro corría, entre otros motivos, porque era la menos demandada, al menos en público, por los alcaldes y vecinos de la zona. Sin embargo, no es menos importante que la autovía molinesa, por dos motivos: el volumen de tráfico es mayor, de la misma manera que el peligro es más elevado, ya que en el tramo que separa a la capital de la localidad madrileña de Torrelaguna hay al menos cinco puntos negros. A ello se añade la importancia estratégica en el transporte de mercancías entre Guadalajara y la frontera con Francia. Finalmente Fomento ha atendido las reiteradas demandas realizadas por el Gobierno regional, que se dirigió por carta para que las restricciones no llegaran a una región que necesita de unas infraestructuras modernas y eficaces para su desarrollo. Lo mismo ha sucedido con la Autovía de la Alcarria, que el pasado jueves obtuvo el compromiso político del propio presidente Zapatero para impulsar una infraestructura cuya documentación ya se encuentra lista para que se lleve a cabo su licitación, algo que los guadalajareños esperan con suma ansiedad, de la misma manera que el comienzo de las obra del tercer carril, que seguirán adelante y que se encuentran adjudicadas a la empresa OHL.