Un carné por puntos para la política.
23/04/2011 - 14:06
La utilización sistemática de la mentira debiera inhabilitar para la práctica política. No sería un disparate que los dirigentes políticos tuvieran un carné, para ejercer sus cargos, por puntos; en función de sus faltas de ética, se les recortarían hasta, llegado el extremo, perder el carné y no poder circular por la vida pública.
Digo todo esto a propósito de la actitud sistemática de algunos políticos del PP en los temas relacionados con el terrorismo. Ante la quietud de Mariano Rajoy, que deja hacer, los políticos encargados de hacer este trabajo sucio son fundamentalmente Jaime Mayor Oreja, Federico Trillo y Dolores de Cospedal. Su infamia es ya imposible de dejar de ver. Saben que en el estado de derecho la Justicia actúa con independencia del poder ejecutivo, pero no tienen empacho en responsabilizar al Gobierno de las acciones de la Justicia.
En época de Aznar se escapó Josu Ternera en circunstancias idénticas a las del sanguinario Troitiño, pero para lo que ellos hicieron cuando gobernaban siempre hay explicación razonable que se convierte en condena cuando a quien juzgan es al actual gobierno.
Ese trabajo sucio de Mayor Oreja, Cospedal y Trillo puede que hasta sea rentable en términos electorales; pero es una forma abominable de entender la política que les debiera descalificar para siempre. Actitudes como esas hacen que muchos españoles a los que les gustaría castigar al gobierno socialista les resulte imposible votar al PP porque la infamia no tiene sitio para ellos en su papeleta electoral.
Aparte de la repulsión que me causan estos comportamientos, considero que es una torpeza estratégica que refuerza las posibilidades de supervivencia del PSOE. Si continúan colaborando de la manera que lo hacen Aznar, Cospedal, Trillo y Mayor Oreja pueden, incluso, conseguir que el PP no gane las elecciones generales. Un milagro que parecería imposible en otras circunstancias. Es cuestión de que perseveren. Pero yo soy partidario de quitarles todos los puntos del carné de la política para que no puedan conducir más en la vida pública.