Un Corpus que toma fuerza

27/06/2011 - 00:00 Redacción

 
Antiguamente -y todavía hoy en muchos países católicos- se celebra el Corpus Christi con una procesión solemne, en la que se lleva expuesto al Santísimo Sacramento de la Eucaristía por las principales calles de la ciudad, acompañados con flores, cirios, oraciones, himnos y cantos de los fieles. Aunque tradicionalmente se celebraba el mismo jueves( decía un refrán popular que tres jueves hay en el año que relumbran más que el sol: Jueves Santo, Corpus Christi y el Día de la Ascensión), el hecho de que este día no se considerase festivo en muchas comunidades hizo que la fiesta se pasase al siguiente domingo, para poder celebrarla con el esplendor que merece. Aunque este año Castilla-La Mancha declaró el jueves, 23 de junio, festivo en toda la comunidad, en Guadalajara se ha mantenido la celebración en domingo. Por ello, ayer, las calles de muchos municipios y sobre todo las de la capital, se convertían en el escenario vivo de la celebración del Corpus. La solemnidad se remonta al siglo XIII y de hecho, en la ciudad es, desde la época medieval, unas de las fiestas más destacadas tanto por su aspecto religioso, como social y festivo. La Cofradía de los Apóstoles es en la actualidad, y desde hace muchos años, la principal impulsora de esta celebración. Lo mas conocido es su papel principal en la procesión. Cada año trece de sus miembros se caracterizan de Jesús y los Apóstoles, para desfilar rodeados de los niños que ese año han hecho la Primera Comunión. Ayer no fue una excepción. El centro de la ciudad se convirtió en un estallido de color y en un ir y venir de gente que en un ambiente de gala celebraron esta festividad. No sólo se trataba de conmemorar solemnemente y tributar un especial culto de adoración a Jesucristo, presente en la Eucaristía, sino que se trataba de mantener viva una tradición que lejos de desaparecer tiene visos de cobrar fuerza año a año.