Un desacierto

15/12/2010 - 00:00 Julia Navarro

 
Pues no, las razones esgrimidas por el ministro Blanco y por vicepresidente Rubalcaba para prorrogar el estado de alarma no convencen. No han dado ni un solo argumento salvo el "por si acaso" para mantener una medida extraordinaria cuestionada desde diferentes ámbitos jurídicos y que además produce una gran incomodidad, por decirlo suavemente, en cada vez más estamentos de buena parte de la sociedad. El Gobierno pretende que la opinión pública perciba que tiene arrestos para resolver los órdagos que se le plantean, pero la verdad es que entre tener autoridad y adoptar medidas extraordinarias como decretar un estado de alarma hay una gran distancia, la misma que medía entre haber hecho una buena gestión política resolviendo el problema de los controladores y el no haber hecho nada. Lo he escrito y lo repito: no se puede, o mejor dicho no se debe, decretar el estado de alarma para resolver un conflicto laboral. El nuestro es un Estado democrático y moderno con instrumentos legales suficientes para que el Gobierno afronte el órdago de los controladores y pueda dar respuesta a una huelga ilegal y salvaje sin recurrir a militarizar el sector aéreo. Yo creo que cuanto más días pasan más se hace patente ante la opinión pública que más que un golpe de autoridad el Gobierno lo que ha puesto de manifiesto es una demostración de impotencia. Cualquier sector que se ponga en huelga tiene una incidencia sobre la vida cotidiana de los ciudadanos. Imagínense una huelga de la recogida de basuras en las ciudades, o del metro, o de los ferrocarriles, o de enfermeras, etc, etc, etc ¿Es que el Gobierno piensa recurri' a la "manui militari" cada vez que haya un problema? Supongo que en el Gobierno deben de tener datos que le confortan, es decir que seguramente creen que lo de "mano dura" es algo que le gusta a una parte de la sociedad, pero ¿que diferencia hay entre Zapatero y Ronald Reagen? Creíamos que abismal, pero resulta que Zapatero ha hecho lo mismo que Reagen cuando se enfrentó a una huelga de controlodores: militarizar el espaico aéreo. El caso es que las decisiones que va adoptando el Gobierno cada vez parecen menos de un Gobierno de izquierdas y más de un Gobierno conservador. Militarizar a los controladores, quitar el subsidio a los parados de larga duración, congelar las pensiones y además pretender alargar los años de trabajo, de 65 a 67, para poder jubilarse, mirar hacia otro lado en el conflicto del Sahara, haber ninguneado a la familia Couso (según los papeles de Wikleaks), subir la presión fiscal a la clase media (en vez de acabar con las famosas Sicav, que son las que tienen los verdaderos millonarios), y privatizar los aeropuertos, incluso privatizar el control aéreo, ect, etc, etc, son todas medidas que podía haber tomado cualquier Gobierno conservador pero inimaginables en un Gobierno socialista. Ahora, el Gobierno, buscando el visto bueno del Parlamento, ha logrado aumentar el periodo de militarización del control aéreo español y en mi opinión es una mala noticia. Continúa siendo el reflejo de un fracaso político y sobre todo denota una manera de gobernar que no es la que se espera de los socialistas. Imagínense lo que habríamos dicho si eso lo hubiera hecho, pongo por caso, José Mª Aznar. .