Un desalojo pacífico, pero no por ello menos triste

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

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Te cuento
Los últimos habitantes del poblado chabolista de la Hispano Suiza manifestaron su rabia prendiendo fuego a las que habían sido sus viviendas en los últimos años, insultando e incluso amenazando a los agentes de la Policía Local que realizaban su trabajo. Sin embargo, los residentes en el asentamiento también gitano situado en un margen de la carretera de Chiloeches, en el término municipal capitalino, mostraban su tristeza, ayer, de un modo totalmente diferente, sólo con la expresión de sus rostros, mientras se desplazaban de un lado a otro del poblado, recogiendo y guardando sus pertenencias en su furgoneta.
La alegría que suele caracterizar a la estirpe gitana –nos la mostraban en directo hace apenas un mes, cuando visitábamos el poblado y aquello parecía una fiesta familiar continua– se ha transformado en profundo pesar, al ser conscientes de que deben dejar el que ha sido su lugar de residencia, donde han disfrutado del crecimiento de sus hijos, muchos nacidos aquí, en Guadalajara, y que tienen que dejar, sí o sí, en busca de otro espacio. Regresarán a su tierra, Extremadura, en busca del consuelo que necesitan y de otro lugar donde volver a echar raíces.