Un escenario inédito
26/12/2015 - 23:00
Los procesos electorales celebrados en España han sido hasta ahora catalogados como de continuidad o de cambio. Tradicionalmente, cuando se anunciaba la posibilidad de una alternancia en el Gobierno, aumentaba el interés mediático y subía la participación. Así fue en las generales de 1982, 1996, 2004 y 2011, y así se anunciaba en las de este año. Sin embargo, en esta ocasión dicho calificativo se queda corto. La irrupción de nuevos partidos en el Parlamento, la fragmentación del mismo, las propuestas que los nuevos y viejos partidos han puesto sobre la mesa (la mayor parte de las cuales desborda el actual marco constitucional) y las múltiples posibilidades abiertas para formar Gobierno, o no, dan como resultado un escenario inédito cuyas consecuencias son difíciles de prever.
Aunque ya parezca lejana, hemos asistido a una campaña a la que se ha prestado más atención que nunca y en la que todos han cometido errores: los ha cometido el PP demonizando a Podemos y criticando a Ciudadanos, movilizando a los primeros y restando posibles apoyos, tan necesarios ahora, en los segundos; los ha cometido el PSOE, con una campaña errática que no ha sabido contrarrestar las críticas recibidas por ambos lados; y los han cometido los recién llegados, Ciudadanos, con notables meteduras de pata de algunos candidatos, amén de su indefinición, y Podemos, sobrados de soberbia en no pocos de sus planteamientos.Eso por no hablar de IU, quienes obstinados en ser la izquierda fetén siguen siendo un grupo residual, o UPyD, cuyos errores les han hecho desaparecer del mapa político.
El nuevo contexto, con un PP en minoría y dificultades no sólo para gobernar sino sobre todo para nombrar presidente a su candidato, un PSOE en una encrucijada imposible de resolver, un Podemos en auge pero incapacitado para gobernar y un Ciudadanos minoritario como para influir de ninguna manera, obligará a negociar y a llegar a pactos, salvo que persistan las dinámicas de siempre y haya que disolver el Parlamento. Negociación, diálogo y pactos: nada nuevo, por cierto, en regímenes parlamentarios como el nuestro, algo a la orden del día en buena parte de los países europeos.
A la vista del resultado, los escenarios posibles son tan sólo tres y todos ellos pasan por las decisiones que tome el Partido Socialista, quien sin duda ha quedado en peor situación: abstenerse y facilitar que Rajoy vuelva a ser presidente del Gobierno, intentar liderar una mayoría con el apoyo de Podemos y los partidos nacionalistas o votar en contra y optar por una nueva convocatoria de elecciones en primavera.
Cualquiera de las tres opciones es mala para el PSOE desde el punto de vista estratégico, de ahí la dificultad que tendrá para decantarse por una de ellas.
De todo ello hablaremos desde un punto de vista académico, aprovecho la ocasión para anunciarlo, en la mesa redonda que sobre el resultado de las elecciones celebraremos en el Centro Asociado de la UNED en Guadalajara el próximo 14 de enero a las 19.00 horas.