Un negro capítulo de la historia de la provincia, en forma de crimen

20/04/2024 - 11:45 Redacción

   Debemos estar orgullosos del buen funcionamiento de los servicios públicos que nos protegen y velan por nuestra seguridad y la administración de Justicia. Hoy alzamos nuestra mirada al cielo para llorar por esas tres personas que se han ido demasiado pronto, de forma cruel e injusta.

Nunca  hubiésemos querido  escribir el titular que el lunes encabezaba la portada de nuestro periódico ni las páginas de la edición de este viernes narrando un crimen que ha segado la vida de tres personas en la urbanización Medina Azahara, de Chiloeches, causando conmoción, dolor, repulsa e incomprensión. Es momento de solidarizarnos con todas las personas que sufren por la barbarie cometida, en particular por el hijo y hermano de las tres víctimas mortales del suceso, de condenar la comisión de cualquier delito, de manera especial de los llamados de sangre, de poner en valor el trabajo de investigación policial y judicial que siguiendo el procedimiento ha logrado en un tiempo muy reducido el esclarecimiento de los hechos y de alabar, una vez más, la empatía que como sociedad mostramos ante hechos de este cariz con minutos de silencio, luto oficial, flores o cualquier otro gesto que evidencia que nos duele el alma y que nuestro corazón está con quienes ahora precisen de ayuda.

    Ejemplar y exitosa labor de los distintos profesionales que en pocos días han logrado resolver el triple crimen, en particular la Guardia Civil. Hace apenas un par de semanas conocíamos el Balance de Criminalidad del Ministerio del Interior de 2023 en la provincia y nos felicitábamos por la práctica inexistencia de asesinatos y homicidios en grado de consumación, evidencia de que vivimos en una provincia segura, en la que lo sucedido el pasado sábado es un hecho excepcional que sorprende y ha de servir para que por buenas que sean las estadísticas no olvidemos nunca que el peligro está latente, que hay criminales dispuestos a quebrar la convivencia y las leyes, que debemos estar dotados de los mejores medios humanos y materiales para combatir la delincuencia y que como ciudadanos no debemos olvidar nuestra responsabilidad de colaboración, alertando a las autoridades de cualquier sospecha que tengamos en relación a una posible situación de riesgo y denunciando sin temor.  

     Debemos estar orgullosos del buen funcionamiento de los servicios públicos que nos protegen y velan por nuestra seguridad y la administración de Justicia. Hoy alzamos nuestra mirada al cielo para llorar por esas tres personas que se han ido demasiado pronto, de forma cruel e injusta, asesinados por unos criminales. Vaya hacia ellos nuestro cariño y respeto. Ahora nos toca atender a quienes se quedan afectados por las consecuencias de esta sin razón.