Un nuevo caso de racismo en el mundo del fútbol

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Ortiga
Por desgracia, la pasión futbolera ha vuelto a servir como excusa para que unos pocos hayan desahogado su violencia verbal, su escasa educación y su intolerancia pagándola con alguien cuyo único ‘pecado’ es tener un distinto color de piel.
Sucedió en el campo del Club Deportivo Azuqueca, el estadio de San Miguel, en el partido que midió a los rojinegros el pasado fin de semana con la escuadra albaceteña de La Roda. Dos jugadores negros del equipo visitante, Bibi y Pierrick, sufrieron los gritos e insultos racistas de una pequeña parte de los espectadores, una costumbre que por desgracia se repite en multitud de campos de todas las categorías y de todas las regiones de nuestro país, aunque casi siempre los desprecios sean realizados por una minoría. Por fortuna, en el caso del Azuqueca desde la directiva encabezada por Tomás Matías Gutiérrez Carrascosa se ha condenado un incidente tan triste, que no por ser algo habitual deja de tener gravedad, a la vez que se ha destacado el buen comportamiento de la mayoría de la afición rojinegra. Y es que el deporte nunca debe servir de excusa para que algunos saquen lo peor de sí mismos.