Un testigo de excepción

A punto estuvo de librarse del caos que se ha protagonizado en la capital tailandesa después de que miles de manifestantes tomasen los aeropuertos impidiéndo cualquier salida de aviones. Sin embargo, minutos antes de que Manuel llegase al aeropuerto comenzó el bloqueo. Esta situación, lejos de suponer un disgusto o una desesperación, ha sido vivida por este vecino de Cabanillas como una experiencia única en la vida: ser testigo de históricos acontecimientos del país asiático. De hecho, finalmente, y después de una semana de protestas por los antigubernamentales, el primer ministro se ha visto obligado a dimitir. Esta actitud ante la vida es, claramente, una defensa ante cualquier acontecimiento que pueda ocurrir en nuestro extenso mundo. De hecho, no es la primera vez que este incansable viajero ha vivido una situación complicada en un país extranjero. Pero como él mismo reconoce, no queda más remedio que seguir adelante, ya que en cualquier sitio está el peligro.