Una antigua entrada a Guadalajara que sigue en pie... La Puerta de Bejanque

02/12/2018 - 14:12 Eduardo Díaz

Hoy la podemos observar con toda su lucidez en la plaza de Bejanque, llamada antiguamente plaza de La Olma. 

La Guadalajara de antaño era una ciudad amurallada, durante los siglos XII y XIII, entre los barrancos del Alamín y San Antonio. Su construcción era de tipo mudéjar con materiales de mampostería de piedra caliza y ladrillo. Se fue derrumbando y destruyendo a lo largo del siglo XIX, con la excusa del crecimiento urbano de Guadalajara y ,a día de hoy, únicamente se conservan el Torreón del Alamín, Torreón de Alvar Fañez, algún que otro lienzo de muralla y la Puerta de Bejanque.
En el rincón de esta semana vamos a repasar de forma muy breve en la historia de la Puerta de Bejanque, que era una de las cinco puertas que antiguamente existían para penetrar en el casco urbano de Guadalajara.


   El Torreón-Puerta de Bejanque era de forma pentagonal y una vez finalizada su utilidad defensiva fue sustituido por un nuevo paso abierto de la muralla, quedando su torreón como almacén municipal y pasando posteriormente a propiedad estatal en los primeros años del siglo XIX. 
  En el año 1879 se produjo la enajenación de los bienes de Estado, por lo que el Torreón-Puerta de Bejanque fue puesto en subasta pública, siendo adquirido por Víctor Peinado, al cual años más tarde se le dio autorización para demolerlo. A través de la Comisión Provincial de Monumentos de Guadalajara se intentó evitar la demolición del Torreón de Bejanque y con tal intención se envió un informe fotográfico e histórico a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. En el informe se describía al Torreón de Bejanque como una antigua fortificación de Guadalajara, con gruesos muros de hormigón revestidos con bloques de piedra caliza y conservándose sus ángulos construidos con piedra labrada perfectamente conservada. Se adjuntaba igualmente un dibujo del artista Pasco, en el que se reproducía el Torreón y los planos de los topógrafos militares de la Academia de ingenieros de Guadalajara. 


  La Academia de Bellas Artes consideró que la edificación no tenía el suficiente interés para declararlo como Monumento Nacional, lo cual supuso la autorización para su demolición. Una vez derruido el Torreón de Bejanque se conservó uno de sus muros, que incluía la Puerta de Bejanque, en la cual se construyó una vivienda.
 

Ya en el siglo XX la vivienda era utilizada por una familia e igualmente junto a la antigua Puerta de Bejanque se instaló un negocio de chatarrería, dando un aspecto dantesco a esta antigua entrada a la ciudad de Guadalajara. En el año 1989, el Ayuntamiento lanzó un órdago a esta zona y trató de recuperar lo mejor posible la histórica Puerta de Bejanque. Para ello, en Comisión de Gobierno aceptó la oferta de los propietarios de la vivienda por un importe de 9.200.000 pesetas, lo equivalente a 55.200 euros a día de hoy. Igualmente clausuró el comercio de Chatarra y  rehabilitó la Puerta  de Bejanque. Hoy esta antigua entrada a la ciudad de Guadalajara, la podemos observar con toda su lucidez en la Plaza de Bejanque, llamada antiguamente también como Plaza de La Olma.