Una apuesta de futuro para CCM

Siete meses más tarde, ha sido el propio Banco de España el que con su decisión de autorizar la integración parcial de la entidad castellano-manchega en Cajastur ha disipado la incertidumbre que se cernía sobre la entidad. Ese ha sido el modelo elegido para garantizar la viabilidad de la caja castellano-manchega, una fórmula calificada por algunos como “muy extraña”, pero que entre las opciones planteadas se presenta como la mejor posible. El esquema de la operación es complejo ya que los activos de CCM pasan a Banco Liberta (una filial de la entidad asturiana) aunque mantiene su nombre comercial. De este modo, los activos de la Caja castellano-manchega serán el 25% del Banco Liberta y los bienes de la Corporación Industrial, con cuyos beneficios deberá sostener la Obra Social. El futuro banco surgido del proceso de integración contará, pues, con un esquema de protección de activos que evitará futuras pérdidas a la entidad resultante e incorporará a todo el personal de la caja castellano-manchega que hace negocio bancario, el de la red de oficinas y los servicios centrales. Así se cumple con un doble objetivo: por un lado, CCM seguirá siendo un instrumento útil para los ciudadanos y las empresas de la región y, por otro, al conservar su estructura, se apuesta por el mantenimiento de los puestos de trabajo. Todavía quedan por desarrollar muchísimos aspectos, trabajo que tendrán que realizar las dos cajas, y que van desde los elementos de carácter jurídico a los financieros y laborales. Esperemos que los políticos oportunistas no interfieran en un proceso que tendrá que acabar de dirimirse en las asambleas generales de las entidades implicadas, escenario más idóneo que los medios de comunicación para la discusión.

pero como ayer mismo apuntaba la presidenta regional del PP, María Dolores de Cospedal es preferible la integración de Cajastur a la liquidación que hubiera supuesto la desaparición de los puestos de trabajo y los depósitos en Caja Castilla-La Mancha. Sólo por ese motivo ya se puede decir, sin temor a equivocarse, que lo peor ha pasado.

Teniendo en cuenta que el futuro de la Caja pasa pse podría asegurar, como lo han hecho rotundamente desde