Una cena climática
01/10/2010 - 09:45
EL COMENTARIO
ENRIQUE G.JORDÁ. Periodista
El capricho del destino consideró excelente la coincidencia del día después de la abundante nevada, más la primera luna llena de 2009, con la representación en el Teatro Buero Vallejo de Guadalajara de La cena, último montaje de los siempre geniales Joglars.
Otra aguda reflexión más, en tono satírico, actual y eminentemente teatral, de los juglares dirigidos por Albert Boadella. Sigo el teatro de Els Joglars desde que estrenaron El Joc, en 1970 y, en mi opinión, continúan siendo uno de los mejores grupos de teatro independiente de Europa.
El Buero, lleno. El público, entregado, disfrutó que es de lo que se trata. La ovación final, regada de aplausos, lo corroboró. En el escenario, puro, simple y buen teatro. La obra, de magistral dramaturgia, como es usual en Boadella, fue desgranando en clave de humor a través de la rítmica interpretación de sus personajes, los muchos entresijos criticables del llamado cambio climático, enmarcándolos en el diseño de una cena de diseño conceptual, vanguardista y absolutamente demencial, en la que el super-chef basa su arte gastronómico en una frase extrapolable a otros ámbitos de la actualidad: es más fácil creer que pensar.
Fuera, las placas de hielo se formaban en las aceras. La abundante e inesperada nevada de la que los mayores sólo recuerdan otra igual remontándose más de 25 años, envolvía a la capital. En el cielo brillaba, como de nieve, más grande que nunca, el plenilunio de enero.
El tema del cambio climático se está convirtiendo en los últimos años en el tema del lío climático. Es, además, uno de los problemas ambientales que más preocupan a la opinión pública y por lo tanto diana de contradicciones y falsedades interesadas lanzadas desde distintas plataformas políticas. Por cambio climático, se entiende un cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial. Pues bien, parece ser que habrá que ir pensando más en un enfriamiento que en un calentamiento global. Según los responsables del seguimiento de los datos climáticos de la Organización Meteorológica Mundial (WMO), el 2008 fue el año más frío desde el 2000. Igualmente, el director del Observatorio Astronómico de San Petersburgo, aseguraba en una entrevista el pasado año, que el calentamiento global había llegado a su nivel más alto y que a partir de ahora comenzaba un nuevo periodo glacial que culminará a mediados de siglo. Así que preparemos las quitanieves, hagamos buen acopio de sal y mejor que creer sin más lo que nos cuentan, pensemos.
El Buero, lleno. El público, entregado, disfrutó que es de lo que se trata. La ovación final, regada de aplausos, lo corroboró. En el escenario, puro, simple y buen teatro. La obra, de magistral dramaturgia, como es usual en Boadella, fue desgranando en clave de humor a través de la rítmica interpretación de sus personajes, los muchos entresijos criticables del llamado cambio climático, enmarcándolos en el diseño de una cena de diseño conceptual, vanguardista y absolutamente demencial, en la que el super-chef basa su arte gastronómico en una frase extrapolable a otros ámbitos de la actualidad: es más fácil creer que pensar.
Fuera, las placas de hielo se formaban en las aceras. La abundante e inesperada nevada de la que los mayores sólo recuerdan otra igual remontándose más de 25 años, envolvía a la capital. En el cielo brillaba, como de nieve, más grande que nunca, el plenilunio de enero.
El tema del cambio climático se está convirtiendo en los últimos años en el tema del lío climático. Es, además, uno de los problemas ambientales que más preocupan a la opinión pública y por lo tanto diana de contradicciones y falsedades interesadas lanzadas desde distintas plataformas políticas. Por cambio climático, se entiende un cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial. Pues bien, parece ser que habrá que ir pensando más en un enfriamiento que en un calentamiento global. Según los responsables del seguimiento de los datos climáticos de la Organización Meteorológica Mundial (WMO), el 2008 fue el año más frío desde el 2000. Igualmente, el director del Observatorio Astronómico de San Petersburgo, aseguraba en una entrevista el pasado año, que el calentamiento global había llegado a su nivel más alto y que a partir de ahora comenzaba un nuevo periodo glacial que culminará a mediados de siglo. Así que preparemos las quitanieves, hagamos buen acopio de sal y mejor que creer sin más lo que nos cuentan, pensemos.