Una gira inoportuna

28/02/2011 - 00:00 Fermín Bocos

Creíamos que la estética estaba relacionada con la ética, pero estábamos equivocados. El dinero no huele y los negocios son los negocios, debieron pensar en La Moncloa porque resulta que en plena revuelta árabe, cuando millones de ciudadanos reclaman el final de las tiranías y la llegada de la libertad, el presidente del Gobierno y algunos empresarios amigos están de gira por los países del Golfo Pérsico -Qatar el lunes, Dubai y Abu Dabi el martes-. Qatar es una dictadura, como lo son los restantes emiratos que visita Zapatero. Qatar suministra gas a España y, en principio, tiene encomendada la organización del Mundial de Fútbol de 2022 -gran negocio, la compra de derechos de transmisión para los operadores de televisión, Berlusconi, Roures, etc-.
   Los organizadores de la gira recuerdan que el jeque de Qatar tiene planes para construir en Doha, la capital, un nuevo aeropuerto y varios estadios. Habría que añadir un condicional: si es que para entonces, en el 2022, sigue en el poder..., porque el futuro se presenta algo más que incierto para todos los regímenes autocráticos de los países árabes. Ya nadie puede apagar la llama de libertad que se encendió en Túnez, prendió en Egipto y tras arder en Yemen y Bahrein, en Libia está a punto de acabar con la tiranía de Gadafi.
   Por eso, sorprende que en pleno proceso de una revuelta provocada por la desesperación a la que lleva la miseria y el escándalo de la exhibición de riqueza por parte de las oligarquías dominantes en todos esos países el presidente del Gobierno haya emprendido una gira en la que se va a encontrar con algunos de los sátrapas a los que sus respectivos pueblos les están diciendo que se vayan. En resumen: lo que en otras circunstancias habría sido un viaje de apoyo a los empresarios españoles que buscan nuevos mercados y clientes, en el momento histórico de revuelta contra las tiranías que están viviendo los países árabes se torna en una gira inoportuna. Por no hablar de escandalosa.