Una procesión distinta a las de Semana Santa: la de la oruga

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

ORTIGA
Un ejército bastante dañino el de la procesionaria, pues a pesar de su peculiar forma de ataque, todas en fila india, una detrás de otra, en procesión –de ahí su nombre– consiguen producir picores, irritaciones y urticaria, que se deben al fino vello que las recubre.
Aunque este año la colonia que se desplegará en los parques y zonas verdes de la capital será menos numerosa que en años anteriores, según estimaciones del propio Ayuntamiento de Guadalajara, lo cierto es que unas pocas son suficientes para sembrar el malestar. Especialmente sensibles a su acción suelen ser los niños, por aquello de que son usuarios más habituales de parques, patios y zonas verdes –sobre todo aquéllas dotadas de pinos, y por ello, el Consistorio no bajará la guardia para tratar de evitar los efectos de su acción. Instalará 50 trampas de feromonas, que atraerán a las oruga macho y provocarán su muerte, además de que utilizará fungicidas para provocar el mismo efecto sobre estos bichos desagradables. Pero mientras, centenares de orugas caminan silenciosamente por parques, patios de colegios y otras áreas de la capital, cual procesión de Semana Santa, ahora que además estamos en época.