Una proposición indecente

Resulta que Díaz Ferran y los suyos no renuncian a los contratos basura que tantos rendimientos les han reportado hasta ahora y que, al paro estructural, suma los cientos de miles de jóvenes que se van a la calle sin indemnización ante el menor traspiés del empresario.

Pero es que aún hay más: quieren ahondar en la condición de inmundicia de estos contratos para jóvenes menores de treinta años y, retorciendo cínicamente el lenguaje, consideran que “un contrato adecuado” sería uno “temporal, con sueldo bajo, sin coste de despido, ni cotizaciones y sin derecho a prestaciones por desempleo”. Si en lugar de sueldo bajo dicen sin remuneración y con derecho a golpes físicos estarían describiendo la esclavitud. Pero no se inmutan.

O sea, con esta proposición indecente, la patronal reclama una reforma laboral para incidir y profundizar en la precariedad. Como los jóvenes son los más castigados por el paro se les ofrece una modalidad de pos esclavitud. Para eso mejor no tocar nada.
Por propuestas tan descabelladas como esta se rompieron en julio del año pasado las negociaciones con los sindicatos. No parece que ahora ni la representación de los trabajadores ni el Gobierno vayan a aceptar este nuevo contrato basura, ni que se acepte modificar la normativa sobre los ERE para eliminar el control de la administración y los jueces.

Mientras los empresarios se atrincheran e intentan conseguir carta blanca para contratar sin cotizar y despedir sin control judicial, Gobierno y oposición pueden llegar a un acuerdo sobre los créditos ICO que haga llegar dinero a pequeños y medianos empresarios.

El PP, inteligentemente, ha cambiado de estrategia y presenta un paquete de medidas para luchar contra la crisis que ayer llevó a la mesa del Pacto. Algunas de esas medidas darán pie a acuerdos puntuales -algo es algo- ya que, hoy por hoy, parece descartarse la idea de un pacto de Estado entre Gobierno y PP.