Una provincia diversa
Los últimos datos conocidos del Instituto Nacional de Estadística, a 1 de julio, ofrecen una radiografía de la realidad poblacional de nuestra provincia tanto en número de habitantes en cada localidad como respecto a su procedencia dejando un dato llamativo: el 57% de los residentes no han nacido aquí.
Otras dos cifras lo explican. Un 24,5% de los guadalajareños son de Madrid- y se concentran en el Corredor del Henares- y un 13,65% son de hasta 133 nacionalidades diferentes, si bien rumanos, marroquíes y colombianos encabezan este ranking, ilustrativo del grado de acogimiento y de la diversidad de personas con costumbres y culturas diferentes que nos encontramos en las calles. La heterogeneidad, si no hay problemas de convivencia o integración- como creemos es el caso- es riqueza. Además en una provincia, al igual que el resto de España, donde muere más gente que nace, con la población envejecida, el crecimiento nos viene por la llegada de los inmigrantes. Fuimos en su día país emigrante en busca de oportunidades y hace mucho que lo somos de recepción porque ahora, al menos respecto a algunos lugares, somos nosotros los que ofrecemos una vida mejor.
Y la segunda de las consideraciones- sin detenernos en el hecho de que la población resida en una parte concreta de nuestra geografía mientras amplias zonas van perdiendo cada año a su gente- es la ‘invasión’ madrileña que desde hace más de veinte años ha encontrado cerca de la capital lugares residenciales más baratos para vivir y bien comunicados. Aunque suene a ‘ciudad dormitorio’ y muchos tengan sus médicos, amigos y su ocio en la vecina comunidad, también consumen aquí, escolarizan a sus hijos... Los datos muestran las realidades y admiten todo tipo de valoraciones. Nos quedamos con uno bueno. Cada año crecemos una media de 2.100 habitantes, procedan de donde sean. Bienvenidos.