Una semana que hará Historia, ahora sí

23/10/2010 - 00:00 Fernando Jáuregui

Desde que, hace seis años y medio, se inició la era del mandato de Zapatero, puede que no haya habido una semana de tanta densidad informativa, de tanto peso específico para el futuro, como la que ahora concluye. Empezó con el cierre del acuerdo del Gobierno central con vascos y canarios para poder aprobar los Presupuestos para 2011 y concluyó con la celebración de un Comité Federal del PSOE en el que, tras los aplausos al secretario general y presidente del Gobierno, se percibía un viraje, no sé si a la izquierda como interpretan algunos, en la manera de hacer y enfocar las cosas. Y, en medio, naturalmente, estuvo la remodelación ministerial, que sigue provocando muy encontradas reacciones... Puede que este nuevo Gobierno 'felipista', tal cual dicen ciertos comentaristas (claro, por eso lo ha elogiado tanto el propio Felipe), haya significado un paso adelante dado por un Zapatero al que, al menos, hay que reconocerle que no descansa mucho, aunque no siempre avance por el sendero más firme y seguro. Personalmente, le daría un aprobado raspado, porque pienso que Pérez Rubalcaba como vicepresidente, Ramón Jáuregui como un ministro netamente político, y Marcelino Iglesias como 'número tres' del partido, son figuras de peso, relevantes, con prestigio -aunque al ministro del Interior se le quieran, lógicamente, negar estas virtudes desde el 'cuartel general' del Partido Popular--. Incrementan, pienso, el nivel intelectual del elenco zapaterista, que no resultaba demasiado elevado. La propia Trinidad Jiménez ha sido una ministra con buena aceptación en Sanidad, aunque no todos servimos para todo, y es difícil pasar directamente de la 'intentona' de las primarias en Madrid a la jefatura de la diplomacia de la novena potencia mundial, pasando por la gestión de la crisis de la 'gripe A'. Para mí, lo que vaya o no a hacer en el Palacio de Santa Cruz, donde se mira con recelo a los ajenos a 'la carrera', es una incógnita total. Lo demás son añadiduras. Desde la de Rosa Aguilar, que nada tenía, ni tiene, que ver con la agricultura, el medio ambiente o el medio marino, y que debe mucho al agradecimiento de Zapatero, hasta el sindicalista/ministro Valeriano Gómez. Para no citar, claro, la incorporación de Leire Pajín --tan soez y lamentablemente atacada por el alcalde de Valladolid_a un Gobierno que, en general, tiene ahora mucha mayor estatura política que ella, aunque, a mi entender, siguen sobrando un vicepresidente y otros dos ministros/as. . . Imprimir.