Una taberna muy añorada en Guadalajara: 'Casa Matías'
Matías era un auténtico profesional detrás de la barra y su principal virtud era escuchar a la clientela y evitar todo tipo de conflictos y voces en el interior de su local.
En el número 9 de la calle Arcipreste de Hita, en una de las esquinas de la plaza de Moreno hubo en tiempos pretéritos un comercio de comestibles que cerró sus puertas cuando falleció su propietario. En el año 1958 Matias Retuerta, natural de Romancos, decidió abrir una pequeña tasca que se complementaba con su vivienda familiar. Decidió poner el nombre de “Casa Matías” y su principal característica era una bonita pileta en donde se limpiaban y guardaban los singulares vasos de cristal que se utilizaban para servir todo tipo de licores.
Matías era un auténtico profesional detrás de la barra y su principal virtud era escuchar a la clientela y evitar todo tipo de conflictos y voces en el interior de su local. La taberna se complementaba con mesas y sillas de formica, que servían para jugar a las cartas e igualmente para las tertulias tanto de los estudiantes de los colegios de los Maristas y las Francesas que se encontraban muy próximos al local, como para los políticos que se reunían antes y después de los plenos de la Diputación Provincial que se encontraba a escasos metros del bar.
Los vinos que se servían en la taberna procedían de la localidad de Mondéjar, fuesen blancos o tintos. Siempre estaban en las típicas lebrillas así como en las frascas de cristal. El local estaba adornado con carteles taurinos de la Feria de Madrid y Guadalajara y se complementaba con el cartel anunciador del próximo partido del Deportivo Guadalajara cuando jugaba en el campo del Pedro Escartín.
La mayoría de la clientela habitual eran las cuadrillas que realizaban la ruta de las Tabernas por el casco histórico de la ciudad. La especialidad de la Casa Matías era la tapa denominada como “matrimonio” y se componía de una anchoa, un boquerón y dos aceitunas. Era también muy solicitado el bocadillo de tortilla de patatas sobre todo por los estudiantes que podían abandonar su centro escolar en la hora de su descanso o recreo.
Una de las escenas más curiosas que se produjeron en el interior del local fue en plenas Ferias y Fiestas de Otoño de Guadalajara. La cuadrilla del torero sevillano Curro Durán coincidió con la cantante extremeña Rosa Moreno que había actuado anteriormente en el Teatro Coliseo Luengo y en el interior de la Tasca se formó una auténtica alegoría flamenca en la que no faltó la conocida canción “Échale guindas al Pavo”, todo ello regado con el vinito andaluz.
El propietario de la Tasca Matías Retuerta falleció en el año 1982 y fue su mujer Cristina Cuevas la que siguió regentando el local hasta su jubilación en 1986. Una vez cerrado el emblemático local se produjo el derribo de la vivienda para construir un moderno edificio.Con el paso del tiempo, su yerno Miguel Molina siguió con el nombre de Casa Matías en un moderno bar en la calle de los Hermanos Fernández Galiano, conservando de manera simbólica la pileta de la Tasca Original. El lugar de la inolvidable Taberna de Casa Matías ha sido sustituido por un moderno supermercado de una conocida marca comercial.