Unidad política y social frente al trasvase

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Editorial
El curso parlamentario se iniciará el 1 de septiembre de una manera intensa. El PSOE desenfundará sus armas para intentar un nuevo acuerdo con el PP en uno de los asuntos estratégicos que se han convertido en caballo de batalla de ambos: el trasvase. Después del fracaso en la tramitación del nuevo Estatuto de Castilla-La Mancha, ahora el Gobierno regional seguirá luchando por la defensa del agua en otro campo de batalla: la revisión del Plan de Cuenca.
“Se ha marcado un 3-0 al trasvase Tajo-Segura”, decía ayer la portavoz del Gobierno regional, Isabel Rodríguez, cuando hablaba de la decisión gubernamental de revisar las normas de explotación. Sin embargo, aseveró su homónimo en el cargo en el Grupo Socialista, José Molina, aún queda mucho camino por recorrer y éste no será fácil. De cara al logro de esos objetivos, el nombramiento de Mercedes Gómez como presidenta de la CHT supone un avance importante, aunque la última lucha se dirimirá en el Congreso, cuando se tenga que aprobar el documento definitivo. Allí el PSOE tendrá, de nuevo, que hacer alarde matemático y demostrar que es un experto en aquello que Zapatero denomina “geometría variable”. Previamente la labor de Mercedes Gómez deberá estar basada en el diálogo, porque tendrá enfrente a Valencia y Murcia. Como aliado en esta guerra se encuentra la Directiva Marco del Agua de la UE, que establece el objetivo de que en 2015 las aguas alcancen “un buen estado”. En caso contrario, aseguró ayer Molina, aquellos que no cumplan con esta directiva no tendrán acceso a las ayudas relacionadas con el desarrollo rural. Al margen de las estimaciones de los regantes y políticos levantinos, de lo que no cabe duda es que habrá que prestar especial atención a esta disposición, porque, en caso contrario, España podrá en juego su futuro en aspectos fundamentales de su vinculación con la UE. A partir de septiembre este asunto volverá, con toda seguridad, a saltar al ruedo político, con un asunto de fondo clave si se quiere velar por los recursos hídricos de Castilla-La Mancha: la unidad entre los dos grandes partidos.