¿Vándalos o policías?

22/08/2011 - 17:32 Rafael Torres

Un periodista extranjero, de los muchos enviados para cubrir en Madrid la visita del Papa, se preguntaba dónde estaban los madrileños. No había visto ni uno. Algunos, ciertamente, andaban enrolados en las pompas de esa Jornada que duró tres o cuatro; otros, estaban fuera, de vacaciones; otros, escondidos del espantoso calor en sus casas; y otros, huyendo de la policía, que estaba desatada.
En la comparecencia de este martes en el Congreso, donde explicará las últimas medidas económicas anti-crisis, el presidente del gobierno podría reservar un hueco para explicar también cómo es posible que algunos vándalos vistan uniforme policial y se dediquen a golpear con saña a los transeúntes, preferiblemente a las chicas. Si esa explicación resultara no ir en sintonía con la ofrecida por la delegada del gobierno en Madrid, exculpatoria de los violentos excesos de algunos antidisturbios, debería pedir perdón a los apalizados arbitrariamente, ofrecerles algún tipo de simbólica compensación y, sobre todo, prometer que antes de irse promoverá una profunda depuración en el seno de la policía, a fin de que nunca más represente una amenaza para la seguridad de los ciudadanos.
   Si para éstos es humillante y peligroso que entre los agentes antidisturbios haya unas docenas de tipos incapaces y violentos que no merecen la confianza que la sociedad ha resignado en ellos, armándoles y dotándoles de insignias de respeto, para la propia policía, en la que abundan mayoritariamente los profesionales esforzados y dignos, debe ser intolerable. ¿De dónde han salido esos sujetos furiosos que atentan contra el orden público y agreden a las personas? ¿Qué órdenes reciben de sus mandos? ¿Qué censuras de ellos por su comportamiento delictivo? Los policías de verdad saben que esos individuos les enajenan el afecto y la colaboración ciudadana, tan indispensables ambos en un estado de derecho.
   Busque un hueco Zapatero, discúlpese, prometa enmendar esa deriva y anuncie, por ejemplo, la destitución de la delegada del gobierno.