Viajes a la carta en Molina

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

El comentario
C. Sanz Establés - Periodista
La adjudicación, por el Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha de la pasada semana, del servicio denominado transporte a la carta en la comarca de Molina es una noticia extraordinaria para los pueblos del Señorío, especialmente para las personas mayores y más necesitadas que tienen un verdadero problema, en su vida diaria, para desplazarse hasta Molina al médico, a la farmacia, a la compra o a realizar cualquier gestión administrativa, bancaria o del tipo que sea.
Se trata de una noticia sensacional porque implanta un servicio novedoso, innovador, que vendrá a solucionar problemas importantes a quienes más lo necesitan y que, además, debe tranquilizar, y mucho, a los molineses en el sentido de ratificar que las promesas de Barreda ahora ya van en serio y comienzan a ser reales, que es lo que cuenta en verdad.
Durante más de dos años ha estado en el alero este proyecto que fue anunciado por Barreda en Guadalajara, con motivo de la presentación del Plan de Infraestructuras del Estado, y que ha contado siempre con el apoyo decisivo y valiente de varias personas comprometidas con Molina, que han sido conscientes desde el primer momento del problema existente en los pequeños pueblos molineses, aunque también ha habido quienes se han preocupado más bien poco por el problema. Ha sido necesario pasar por buenos y malos momentos, incluso ocasiones en las que parecía que todo se iba a venir abajo, pero al final la iniciativa ha fructificado y tiene el mérito de ser la primera promesa de las realizadas por el Gobierno regional que llega a ser real y efectiva y esto debe ser un balón de oxígeno importante para una tierra acostumbrada a ver cómo las promesas políticas siempre pasaban de largo. Ahora queda el Parador, la autovía, el Centro de Especialidades y otras muchas historias, pero lo del transportes a la carta ya es un hecho, una realidad.
Lamentablemente no ha sido posible que la UTE integrada por algunas pequeñas empresas molinesas se haya hecho con el concurso público convocado a tal efecto, pero las cosas son como son y, aunque pueda gustar más o menos, cuando se convoca un concurso público nunca se sabe a quien acabará favoreciendo el procedimiento administrativo. Ahora, de lo que se trata es de cumplir a rajatabla las condiciones de la adjudicación y que el servicio se ponga lo antes posible en marcha. Tiempo habrá de juzgar los resultados.