Vivir para ver

07/01/2011 - 00:00 Fermín Bocos

Amnistía Internacional ha criticado al Gobierno Zapatero por no haberse interesado por la situación de los derechos humanos en China durante la visita de su viceprimer ministro Li Keqiang. Desde el PSOE, Elena Valenciano ha respondido que el objetivo de la visita de Li Keqiang era económico. Podía haber añadido aquello de gato blanco, gato negro, lo importante es que cace ratones, y ahora mismo, dado el estado de nuestra economía a nuestros gobernantes tanto parece darles el "estado" de los derechos humanos en China frente a los 6.500 millones de euros en contratos o la promesa de seguir comprando deuda española a corto, medio y largo plazo. En realidad, Zapatero vine haciendo alardes de que la causa de los derechos humanos no supone ningún handicap en su política exterior y menos si esa política tiene una derivada económica. Lo ha demostrado con creces por ejemplo con Marruecos, que está aquí al lado, tanto más con China. De manera que nunca estuvo previsto en la agenda de la visita del viceprimer ministro chino, Li Keqiang, el plantearle nada que no fuera el intentar que eche una mano a nuestra sufrida economía. Lo sorprendente no es que durante la visita de Li Keqiang el Gobierno español no encontrara el momento para interesarse por la situación de los derechos humanos en China, sino que en otras ocasiones, pongamos que menos comprometidas, tampoco nuestro gobierno haya mostrado ninguna disposición a pedir que se respeten los derechos humanos. Otros políticos sí lo han hecho, desde Obama a Sarkozy, y que se sepa China no ha roto relaciones diplomáticas con Estados Unidos o Francia, ni tampoco han dejado de hacer negocios. Pero el Gobierno Zapatero parece que lo tiene claro, tanto le da que el "gato" que puede invertir en nuestra economía sea banco o negro, respete los derechos humanos o los viole, lo importante es que cace ratones, o sea que nos compre deuda y firme contratos con nuestras empresas. Por lo que se ve los principios sirven de merienda para gatos.