Vuelta al cole
20/09/2013 - 00:00
Locura en muchas agencias inmobiliarias de la capital por la cantidad de profesores que buscan alquilar una habitación o un piso pequeño durante el curso escolar, ilusión de los niños en la elección de la mochila que les acompañará todo el curso, sacrificio de los padres para adquirir los libros y el material escolar, así como para pagar la matrícula, especialmente elevada para los universitarios, y guerra de valoraciones entre los dos principales partidos políticos que se alternan en el gobierno de nuestro país sin alcanzar un necesario acuerdo en una materia tan sensible y trascendental como es la formación de las futuras generaciones, aquellas que harán que nuestro país esté a la cabeza en competitividad y talento, o todo lo contrario. Esta semana ha comenzado el curso en los institutos y la pasada en los colegios. El inicio del curso supone todo un cambio de estación en la vida de las familias en las que los abuelos toman papel destacado a la hora especialmente de traer y llevar a los más pequeños. Vuelve la actividad a las calles después de un largo y placentero descanso y cuando aún tenemos muy cerca en nuestra memoria la celebración de las fiestas patronales que en Guadalajara terminaban oficialmente el domingo pero que el lunes registraban un impresionante llenazo de gente en el recinto ferial. No sabía que había tanta gente en Guadalajara.
Me quedo con esta frase dicha por una compañera periodista que por primera vez cubría información de nuestros festejos llegada de Azuqueca. Masiva ha sido la presencia de personas en las terrazas de San Roque, por las calles, por las ferias, por el Palacio del Infantado
por todos los sitios, demostrando que hay ganas, otra cosa es el dinero, de diversión y de aprovechar cualquier oferta de ocio o entretenimiento que se programe. Pero si hasta lo malo se pasa no digamos lo bueno. Hemos dicho hasta pronto a la estancia en la casa del pueblo y al baño en la playa y lo haremos al buen tiempo y las tardes largas. Nos hemos metido de lleno en las aulas y en los trabajos. Educación de excelencia, dice Cospedal, con colegios bilingües. Ojalá sea así en los cinco años que se han prometido. Pero seguimos demandando recursos suficientes, tampoco más de los necesarios-eficiencia-, y sobre todo acuerdos políticos.